Servicios públicos locales, asignaciones sin licitación a justificar cada año


Los entes locales que decidan confiar servicios públicos como la gestión de residuos o el transporte, pero también aparcamientos o el servicio de agua a sus filiales sin licitación, deberán justificar su elección al inicio del contrato, y deberán volver a justificarla cada año en la revista de revisión de las inversiones de capital previstas por la reforma Madia de 2016.

Freno interno

La reforma aprobada definitivamente el viernes 16 de diciembre para respetar uno de los hitos más exigentes de este segundo semestre de 2022 del Pnrr concentra sus fuerzas en un intento de contrarrestar el «in house rule» actualmente dominante en los servicios locales, y transformarlo en una excepción para ser motivado analíticamente. Como adelantaba el Sole 24 Ore, sorprendentemente lo hace con una energía aún mayor que la desplegada por el primer texto aprobado en octubre por el gobierno de Draghi, porque la discusión con los técnicos de la comisión de la UE ha obligado de hecho a incluir el transporte en las nuevas reglas público local. Basta una cifra para comprender la magnitud del desafío y el riesgo de quiebra: desde 2008 hasta hoy, las reformas de los servicios públicos y los decretos de «liberalización» son innumerables, pero según el seguimiento del Tribunal de Cuentas, el 93 % de las asignaciones hoy siguen pendientes casa.

La estrategia contra la red de monopolios locales

Para tratar de romper la red de monopolios locales, el decreto legislativo aprobado hace muchas cosas. En primer lugar, abarca casi todas las asignaciones en servicios de importancia económica cuando se superan los umbrales comunitarios, dejando fuera únicamente la electricidad, el gas y, curiosamente, los teleféricos. Solicita a las autoridades reguladoras de los distintos sectores la fijación de los costes de referencia de cada servicio, los indicadores y niveles mínimos de calidad del servicio, el esquema estándar del plan económico-financiero y los modelos de convocatorias y contratos. E impone a las entidades que decidan proceder a la interna en todo caso una «motivación calificada» que tenga en cuenta las ventajas en términos de costes, inversiones y nivel de servicio que produce la renuncia a la licitación. Todo habrá que enviarlo a la Anac, que si bien corre el riesgo de perder competencias en la reforma del Código de Contratos, parece salir fortalecida de la reforma de los servicios públicos, aunque las dos medidas fueron aprobadas por el mismo gobierno en el mismo consejo de ministros

Multiplica los controladores

No pagando la resolución motivada, la reforma pide entonces que se anote «la evolución real desde el punto de vista económico, la calidad del servicio y el cumplimiento de las obligaciones señaladas en el contrato» de forma analítica para cada servicio encomendado. «, en el informe anual sobre las participadas de servicio», poniendo bajo el lente «cargas y resultados» de las actividades encomendadas en casa. La obligación sólo excluye a los municipios pequeños, aquellos con hasta 5 mil habitantes.

Vincularse al informe multiplica a los auditores, porque la revisión anual termina bajo el escrutinio del Tribunal de Cuentas. Y por supuesto también multiplica los papeles a producir para monitorear las líneas de crédito. Está por ver si todo esto también multiplicará las carreras.



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