La confianza del consumidor del Reino Unido se encuentra en su nivel sostenido más bajo en casi 50 años, ya que el país se prepara para una recesión prolongada, según una encuesta seguida de cerca.
El índice de confianza del consumidor, una medida de cómo las personas ven sus finanzas personales y las perspectivas económicas más amplias, subió solo dos puntos a menos 42 en diciembre en comparación con el mes anterior, dijo el viernes el grupo de investigación GfK. El promedio desde que comenzó el índice es menos 10.
Durante el año pasado, los británicos se vieron afectados por los precios altísimos que están estirando los presupuestos de los hogares en todo el país. Los precios de la energía se dispararon después de la invasión rusa de Ucrania en febrero y muchos consumidores se han quedado con poco dinero después de pagar las facturas de energía y alimentos.
Desde que comenzó la encuesta en 1974, el índice nunca había caído por debajo de menos 40 hasta mayo de 2022, con el inicio de la inflación de dos dígitos. Ha permanecido por debajo de ese nivel, marcando el período más prolongado de baja confianza en casi medio siglo.
Joe Staton, director de estrategia de clientes de GfK, advirtió “sobre un camino difícil por delante” debido a las sombrías perspectivas económicas del Reino Unido. “Los salarios reales están cayendo a medida que la inflación continúa golpeando con fuerza, lo que ejerce una presión adicional sobre el presupuesto discrecional de muchos hogares a medida que ingresamos en los últimos días de compras antes de Navidad”, agregó.
La inflación disminuyó marginalmente a 10,7 por ciento en noviembre desde un máximo de 41 años de 11,1 por ciento en octubre. La inflación de los alimentos subió al 14,6%, la más alta desde 1980.
La economía del Reino Unido se contrajo en el tercer trimestre con encuestas empresariales, como el índice de gerentes de compras, que apuntan a un mayor deterioro económico en el último trimestre.
Tanto el Banco de Inglaterra como la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria han pronosticado una recesión prolongada a medida que la alta inflación continúa afectando las finanzas de los hogares en 2023.
Linda Ellett, directora de consumo, venta minorista y ocio de Reino Unido en KPMG, dijo que «si bien la Navidad traerá un respiro para sentirse bien, los fundamentos que están impulsando esta baja confianza del consumidor continuarán en el nuevo año».
La encuesta GfK, basada en datos recopilados durante los primeros 10 días de diciembre, mostró que la confianza de los británicos en sus finanzas personales el próximo año se mantuvo en el nivel más bajo registrado.
Como resultado, casi dos de cada tres personas han reducido los gastos no esenciales y están utilizando menos energía en sus hogares, según una encuesta de la ONS publicada el jueves. Casi la mitad de los encuestados dijeron que estaban comprando menos alimentos.
Staton dijo que «sin una perspectiva inmediata de buenas noticias fiscales, es poco probable que veamos un repunte de la confianza en el corto plazo».