137 automovilistas recibieron multas en la A2, A67, A58 y A50 el martes porque estaban ocupados con sus teléfonos al volante. Cada conductor recibe una huella de 350 euros en el tapete. La policía conducía en un autocar y discretos autos policiales para arrojar a los conductores.
La acción resultó ser una forma lucrativa de llenar las arcas del Estado: en total, las multas a los 137 conductores que enviaron mensajes de texto recaudaron 47.950 euros. Además de los 350 euros por multa, también hay costes administrativos de nueve euros.
Aún más multas
Se impusieron un total de 182 multas, de las cuales 137 por enviar mensajes de texto al volante. No se reveló para qué fueron las otras multas. La policía comprueba la llamada ‘conducción mono’ por motivos de seguridad vial.
Por ejemplo, la policía trabaja desde un autocar para multar a los conductores.
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