GRAN BRETAÑA tiene un “problema” con los extremistas islamistas que intentan imponer sus puntos de vista a los niños musulmanes, advirtió Michael Gove.
El secretario de Comunidades dijo que la radicalización es una “verdad fea” en el país, pero no se habla lo suficiente por temor a que se la tilde de islamófoba.
Gove respondió a los críticos de izquierda que intentaban “reescribir la historia” del escándalo del Caballo de Troya.
Fue secretario de Educación en 2014 cuando varias escuelas de Birmingham fueron objeto de una islamización de línea dura.
Junto con el exasesor del Ministerio del Interior, Nick Timothy, ha escrito el prólogo de un nuevo informe de Policy Exchange que expone una “campaña concertada” para restar importancia a la saga.
Dicen: “La noción de que los eventos en Birmingham no tuvieron nada que ver con el extremismo es tan peligrosa como falsa, ya que oculta una horrible verdad que muchos prefieren no reconocer.
“Tenemos un problema en Gran Bretaña con la ideología islamista y sus adherentes, que buscan imponer sus valores intolerantes en las comunidades musulmanas, incluidos los niños”.
Gove agregó: “El miedo a ser tildado de ‘islamofóbico’ solo ha hecho que sea más difícil hablar sobre ese extremismo”.