El padre Julio Lancelotti, un sacerdote muy popular en las redes sociales, criticó la borrachera de Eder Militao, Vinicius y Gabriel Jesus en el restaurante de los mil euros cada uno en Doha. Y se viralizó la foto de Casemiro con un reloj que vale cerca de medio millón de dólares
El padre Julio Lancelotti, descendiente de italianos que emigraron a Brasil, es un sacerdote con un millón y 200 mil seguidores en Instagram. Es párroco de una iglesia en Mooca, el barrio más italiano de São Paulo. Siempre del lado de los pobres y de los enfermos, cura de calle en el buen sentido. Por su cuenta, el padre Lancelotti arremetió contra los jugadores de la Seleçao que, en los últimos días, tras la victoria ante Suiza, junto a Ronaldo el Fenómeno fueron a cenar a Doha, en el restaurante del chef turco Nusret Gokce, conocido como Salt Bae. Un chef que cocina la carne con hojas doradas y que la trocea con movimientos escenográficos. Los precios son consecuentes, un filete dorado puede costar 300 euros. El padre Lancelotti publicó el video de la velada con Eder Militao, Vinicius, Gabriel Jesus, quien luego se lesionó, y Ronaldo: “Mientras millones de personas mueren de hambre en el mundo, este video despierta indignación y tristeza. ¿Por qué tanta ostentación?”. Para una cena en Salt Bae’s puedes gastar más de mil euros cada uno, mientras que en Brasil el salario mínimo mensual equivale a unos 250 euros. El video de la cena, re-posteado por el cura de São Paulo en su propia cuenta, generó más de un millón de visualizaciones y miles de comentarios contra el evento de tanto lujo.
No solo cenas
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En Brasil se viralizó la foto de Casemiro en una rueda de prensa con un reloj de alrededor de medio millón de dólares en la muñeca izquierda. Una Audemars Piguet Royal Oak Jumbo Extra-thin Openworked 16204OR, aseguran los expertos que ampliaron y analizaron la imagen. Eder Militao, en la cena del filete dorado, lució un objeto de similar valor, un Rolex Daytona Rainbow 116595, valorado en 574 mil dólares. El padre Lancelotti publicó una frase de Sadio Mané, delantero senegalés del Bayer Mónaco: “¿Por qué tengo que tener diez Ferrari, veinte relojes y dos aviones? Construí algunas escuelas y un estadio. Brindamos alimentos, ropa y zapatos a personas en extrema pobreza. Prefiero que la gente reciba un poco de lo que la vida me ha dado”. ¿Pequeña demagogia? Quizás, pero quizás el padre Lancelotti tenga razón en un punto: ¿por qué alardear de lujo? Un mínimo de sobriedad no vendría mal, pero esto se aplica a todos aquellos que forman parte del star system, no solo a los jugadores de Brasil con licencia libre. Las redes sociales deben usarse con mayor discreción.
5 de diciembre – 18.14 h
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