Energía, hipotecas, cheques: 4.000 millones para las familias


Una primera señal. «Lo que indica la dirección», como ha subrayado la ministra de la Familia, Eugenia Roccella, y como había dicho el presidente del Gobierno, Giorgia Meloni, al describir la maniobra: «Considero importante que en un mes se haya abierto un paso sobre las medidas que pretendemos implementar». Las intervenciones para las familias introducidas con la Ley de Presupuestos para 2023 (véanse las fichas de la derecha) no agotan las intenciones del nuevo Gobierno, que para apoyar la natalidad ha prometido, por ejemplo, reformar próximamente el asignación única y universal por hijos.

Lo que más pesa por el momento siguen siendo las intervenciones para hacer frente a los altos costes energéticos y la inflación, que ha llegado al 11,5% anual. De un total de 4.000 millones destinados a medidas de apoyo a las familias previstas en el Proyecto de Ley de Presupuestos que examina el Parlamento, 2.500 millones están vinculados a la mejora del bono de gas y electricidad para hogares en dificultad.

La otra partida robusta de gasto es la hipotecaria: 436 millones se destinarán a financiar la ampliación de las subvenciones para la compra de la primera vivienda de jóvenes menores de 36 años y de las garantías sobre las hipotecas del fondo Gasparrini, que también ve la posibilidad de suspendiendo las cuotas prorrogadas (oportunidad esta última que, sin embargo, no requiere refinanciación por la maniobra). También hay que considerar que la subida de los tipos de interés podría reducir el alcance de estas ayudas, tal y como se han concebido hasta ahora.

El proyecto de ley de presupuestos también incluye un fondo de 500 millones, en el Ministerio de Agricultura, para financiar la compra de alimentos básicos para las familias con Isee hasta 15 mil euros. Sin embargo, deberá implementarse mediante un decreto (Agricultura-Mef), que establecerá los criterios y modalidades para otorgar el beneficio.

En materia de apoyo a la natalidad y paternidad, la maniobra pone en juego un aumento al 80% del salario por un mes de permiso parental, pero solo para madres trabajadoras. Si tenemos en cuenta que el 80% de los permisos parentales ya los disfrutan las madres, vemos que no hay un verdadero cambio de tendencia a la hora de animar a los padres a utilizar esta medida para cuidar también de sus hijos.



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