Victoria clamorosa de los japoneses (2-1) que conquistan la primacía en el grupo. Las Furias Rojas se clasifican por la mejor diferencia de goles respecto a Alemania: en octavos se encuentran con la selección magrebí
El segundo principio fundamental del Bushido, el credo de los samuráis, es Yu: “coraje heroico”. Japón, una vez más, ha sabido honrarle como ha podido. Es como si la narración épica exaltara a la selección nacional de Hajime Moriyasu, capaz de replicar hazañas increíbles. Así que los octavos de final son una meta casi reductora cuando Alemania y España están batallando en tal competencia. El pasado no ha enseñado humildad a los hombres de Luis Enrique, que se miran al espejo con más pasión que buscan el gol y es sólo la goleada recortada ante Costa Rica la que asciende a las Furias Rojas a la siguiente ronda por diferencia de goles. La disputa gira en torno a la entrada de Ritsu Doan, como pasó con los alemanes: entra, marca un empate y le da impulso a la acción que vale la pena la empresa.
siempre marca morata
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Nadie quiere renunciar a la actitud ofensiva, por lo que dos tridentes se enfrentan: por un lado, Kamada, Maeda y Kubo; por otro Williams, Morata (primero como titular) y Olmo. Moriyasu retoma el 3-4-3 que le valió la remontada ante Alemania durante el partido, Luis Enrique no se desvía del 4-3-3 con el inamovible Busquets en la sala de mandos y Rodri aún en la defensa central junto a Pau Torres. Desde los primeros minutos se evidencian los principios defensivos de Japón, en busca de una densidad ordenada. Los laterales descienden sobre la línea de defensas, el único Maeda para hacer frente a la primera presión central. Cuando España avanza, las marcas en el cuadro están divididas en zonas, pero no es una buena elección. Antes de tener prueba de ello, los Samuráis se pusieron peligrosos en el minuto 8 con una mala jugada en construcción de Busquets, que llevó a Ito a rematar desde una buena posición al exterior de la red. Tres minutos después, las Furias Rojas desbloquean el partido. Azpilicueta recoge un balón lejos de la defensa, en su centro Morata le machaca la cabeza imperturbable pese a que todo el equipo contrario está encerrado en los últimos dieciséis metros. Y la primera mitad es prácticamente todo aquí. La ventaja no cambia la inercia del juego a favor de los españoles, que sin embargo renuncian a hundirse, y se entregan a un ensayo de posesión de balón que Japón no encuentra manera de contrarrestar salvo con faltas en su intervención, que al final la fracción provoca tres tarjetas amarillas juntas.
el regreso
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Para la segunda parte Luis Enrique decide prescindir de Azpilicueta e introduce a Carvajal, Moriyasu quita a Nagatomo y Kubo por Mitoma y Doan. Así comenzaba el déjà-vu de la final Alemania-Japón. El empate nace de una jugada desesperada desde abajo de España que pone en aprietos a Balde, Ito se adelanta y el balón llega a Doan que dispara desde la frontal al primer palo y sorprende a Unai Simon, lejos de ser intachable (48′). La remontada está servida en el minuto 51, de nuevo con origen en un taco del atacante friburgués que esta vez saca la línea de fondo con trayectoria diagonal; Mitoma en el deslizamiento mantuvo viva la acción y mientras Rodri se distraía para reclamar el saque de meta, Tanaka apoyaba con la portería vacía. Comienzan los controles rituales en la sala del Var y al cabo de unos tres minutos el veredicto confirma la validez del gol. Luis Enrique corre a cubrirse restituyendo el tridente titular con Ferran Torres y Asensio, a los que suma Ansu Fati. El colega reacciona en consecuencia, reforzando la defensa con Tomiyasu en lugar de Kamada. El asedio lleva mucho tiempo inconcluso, para una conclusión notable hacia el gol de Gonda hay que esperar al minuto 89: es Asensio quien lo inquieta con un zurdazo desde la frontal y tras el rechace aproximado Yoshida se encarga de esquivar Tap-in de Torres. La resistencia de Japón es encomiable, el viaje continúa para ambos.
1 de diciembre de 2022 (cambio 1 de diciembre de 2022 | 22:16)
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