Doble Rashford y Foden: Inglaterra elimina a Gales y encuentra a Senegal en octavos

El equipo de Southgate puso la flecha al inicio de la segunda mitad con dos goles en el espacio de un minuto, luego el trío de Rashford. El domingo 4 de diciembre (20.00 h) desafiará a los africanos, segundos del Grupo A

La victoria de Inglaterra, que vale la pena clasificarse para los octavos de final desde la cabeza de su grupo, tiene todas las características de Gareth Southgate. Ferozmente criticado por el último lugar en la Liga de las Naciones, se confirma como líder de la Copa del Mundo. La valentía para cambiar dos puntas del tridente, el arrojo para invertir su posición en el momento perfecto y los cambios acertados y puntuales son la clave del claro éxito de su selección. Por otro lado, hay que subrayar que Gales está radicalmente equivocado en su estrategia. Page se aferra al cerrojo, con la esperanza de arrastrar el partido equilibrado hasta las fases finales y tal vez intentar el tiro jorobado cerca del nonagésimo. En cambio, es un fracaso total. La resistencia dura poco más de un tiempo, además por deméritos ingleses, a quienes, sin embargo, hay que reconocer por no ceder nunca en la inercia del juego, en favor de quienes en realidad sólo disponían de un resultado.

pocas emociones

Southgate confirma la línea de cuatro hombres en defensa, pero distorsiona la línea frontal: Saka y Sterling, titulares en los dos primeros partidos, parten desde el banquillo a favor de Foden y Rashford, por detrás de Kane. El centro del campo se convirtió en tres en todos los sentidos, con la incorporación de Henderson desde el primer minuto -no sucedía desde marzo- en sustitución de Mount. Algunas variantes también para Page, que propone a Allen frente a la defensa y el sancionado Hennessey sustituido entre los postes por Ward. Este último juega en el Leicester y también es segundo de su club, pero ya está muy atento en el minuto 10: Kane marca con un espléndido Rashford en profundidad, la oposición saliente del portero es oportuna y eficaz. Como era de esperar, fue Inglaterra quien tomó la delantera en las primeras etapas, con Gales esperando casi todo detrás de la línea de balón, configurando una formación ordenada 5-3-2 para evitar las incursiones de los laterales contrarios. La impresión, en cualquier caso, es que la compacidad no es suficiente para contener los movimientos centrales de los delanteros ingleses cuando Kane baja a jugar el balón, creando un vacío detrás de él. En general, la parte central de la primera mitad no reserva grandes emociones. Destaca únicamente la salida de Neko Williams en el minuto 34, obligado a abandonar el campo pocos minutos después del balón recibido en la cabeza por Rashford. En la final, varios remates desviados: primero Foden, en asistencia de tacón de Bellingham, luego el delantero del Manchester United que falló en un tiro de tijera y finalmente Allen desde fuera del área.

El punto de inflexión

Al regresar del vestuario, Inglaterra invirtió sus extremos atacantes mientras Page se quitaba a Bale, un cuerpo desprendido en una maniobra inconsistente, y Gales se derrumbaba. Del taco de un animado Foden llega la falta que convierte Rashford en el 50′, con remate al poste de Ward culpable de dar un paso hacia el centro de la portería en el momento del saque. Una vuelta de reloj y la selección de los Tres Leones puede volver a celebrar: Davies pierde el balón bajo la presión del habitual Rashford y Kane encuentra a Foden perfectamente en el segundo palo para dobletear. Los galeses reaccionan enseguida con un traicionero tiro cruzado de James y un derechazo lejano de Moore, desviado por Maguire, que Pickford envía a córner. Para Southgate, estas no son señales preocupantes, por lo que el entrenador les da descanso a Kane, Walker y Rice justo antes de la hora de juego. Entran Alexander-Arnold, Phillips y Wilson y las elecciones del entrenador vuelven a ser correctas. Son los dos primeros de hecho para dar impulso a la acción del tercer gol. Rashford recibe el lanzamiento del centrocampista del City, converge y patea con fuerza debajo de las piernas de Ward, no sin falta: en el minuto 68, en la práctica, cae el telón. El marcador podría redondearse aún más si no fuera por el portero galés, que redime las incertidumbres sobre los goles con dos buenas paradas sobre Rashford y Bellingham. El resto es un regate lento. Stones incluso devora el póquer desde unos pocos pasos de distancia con los desarrollos de un tiro de esquina, pero Southgate no se enoja. Hay muchas señales alentadoras, con las que su Inglaterra puede mirar al próximo partido contra Senegal.



ttn-es-14