El alcohol puede causar numerosos problemas de salud para el feto. Pueden ocurrir nacimientos prematuros, el crecimiento del bebé puede ser más lento y el niño también corre el riesgo de tener problemas de comportamiento, habla y aprendizaje.
Un bebé tiene mucha menos capacidad para convertir el alcohol. Si una mujer bebe alcohol, puede entrar en el líquido amniótico del feto y causar daño.
Para el estudio, los investigadores examinaron 24 escáneres cerebrales de fetos. Las mujeres tenían entre 22 y 36 semanas de embarazo. Varios habían bebido alcohol durante ese período, pero la cantidad difería según la futura madre. Tres madres indicaron que bebían algunos vasos a la semana, mientras que otra bebía más de catorce vasos a la semana.
No está claro cuál es el efecto a largo plazo
Los investigadores dicen que vieron “cambios marcados” en el cerebro fetal en mujeres que bebieron alcohol. Particularmente en la parte del cerebro que luego se ocupa del desarrollo del lenguaje en la infancia, dice el investigador principal Patric Kienast. “También vimos esto en madres que habían bebido relativamente poco”.
Aún no está claro qué efecto tiene la estructura cerebral afectada en el desarrollo del niño después del nacimiento. “Tenemos que esperar hasta que los niños crezcan”, dice Kienast. “Pero podemos suponer que juega un papel en cualquier problema de desarrollo que pueda tener el niño”.
Kienast quiere enfatizar con la investigación que pequeñas cantidades de alcohol también pueden ser dañinas. Ese es todavía un punto de discusión con demasiada frecuencia, dice. El instituto de conocimiento independiente holandés Trimbos ciertamente está de acuerdo con los investigadores austriacos. “Ninguna cantidad de alcohol puede decir con certeza que esto es inofensivo para el niño (no) nacido”.
Los resultados del estudio se presentarán la próxima semana en una reunión de radiólogos en los Estados Unidos.