Habrá una huelga de tres días en el ferrocarril el próximo martes. Después de una reunión de reconciliación fallida entre los sindicatos y la dirección, el lunes siguió una reunión final en un comité directivo adicional. Eso también terminó con un chisporroteo. Según los sindicatos, porque la dirección no proporcionó soluciones suficientes. Pero según HR Rail, el departamento de personal del ferrocarril, había “señales y compromisos claros” sobre la mesa.
Uno de esos compromisos era una prima puntual de 100 euros netos para la plantilla, según varias fuentes ferroviarias La mañana. Al pagar esa prima, la dirección esperaba que los sindicatos abandonaran la huelga. Pero eso tuvo el efecto contrario. “Al principio pensé que era una broma”, dice Günther Blauwens, secretario general de ACOD Spoor. “Pedimos soluciones estructurales a los problemas de la pista, no esto. Rechazamos cortésmente”.
Gran presión
Se puede escuchar a la gerencia que la prima era parte de un paquete más amplio. Por ejemplo, también habría hecho la promesa de contratar a 300 personas adicionales además de las 1300 contrataciones planificadas para el próximo año. A partir de enero se trabajaría en un nuevo pacto social, con nuevos salarios y condiciones laborales. Antes era imposible, ya que los contratos de gestión de NMBS e Infrabel ahora deben concluirse primero.
“La prima fue principalmente un intento de satisfacer la demanda sindical de más poder adquisitivo a corto plazo”, dice una fuente ferroviaria. “Esa solución no ha sido aceptada. Es una pena, porque la huelga es una mala noticia para los viajeros y para la imagen del ferrocarril”.
La propuesta de prima ilustra la fuerte presión que actualmente recae sobre la gestión ferroviaria. Ha sido desde el verano de 2018 que hubo una huelga de más de un día en los ferrocarriles. Además, la acción llega en un momento particularmente malo. La puntualidad cayó al nivel más bajo en cuatro años el mes pasado, mientras que los dispositivos de tren NMBS fallan cada vez más. Como resultado, los trenes circulan con menos vagones. Los viajeros están frustrados.
Negociaciones difíciles
En este momento, se están llevando a cabo duras negociaciones entre la parte superior ferroviaria y el gobierno federal sobre los nuevos contratos de gestión ferroviaria. Define el futuro de Infrabel y NMBS. Dado que el gobierno federal asignó menos dinero a los ferrocarriles de lo esperado en el último cónclave presupuestario, tendrá que ganarse la vida. Pero eso no es fácil con la escasez de personal y material.
Todavía no está claro qué tan grande será el impacto de la huelga de la próxima semana. Los trabajadores ferroviarios tienen hasta el sábado para decidir si participan. El domingo, la NMBS anunciará un horario ajustado.