Este invierno se avecina una tormenta invernal de inflación paralizante, huelgas caóticas y servicios del NHS extendidos, advirtió Rishi Sunak.
El primer ministro preparó a la nación para los miserables meses venideros, de los que culpó a las réplicas de la pandemia y el conflicto en Ucrania.
El número 10 reveló el pronóstico sombrío que le había dado a su gabinete y dijo: “Mirando hacia el invierno, el primer ministro dijo que este sería un período desafiante para el país”.
Los ministros ahora han intensificado los planes para “mitigar los desafíos” de la grave acumulación de pedidos del NHS, las huelgas en todas las industrias, incluidas las enfermeras y los trabajadores ferroviarios, y los aumentos de precios del 11 por ciento.
Se produjo cuando el Reino Unido estaba destinado a convertirse en una de las economías con peor desempeño en el mundo desarrollado, con pronósticos que muestran que la economía se contraerá un 0,4 por ciento el próximo año.
Solo Chile lo hizo peor.
E incluso uno de los aliados del Canciller lo acusó ayer de convertir al país en un “paraíso socialista de impuestos y gastos”.
La exsecretaria de Bienestar Esther McVey acusó a Jeremy Hunt de dar una “patada en los dientes” a las familias trabajadoras con la Declaración de otoño de la semana pasada.