Usa grita con Weah, pero Bale revive a Gales y encuentra la igualada de penalti: es el 1-1

En Doha, Estados Unidos adelantó al descanso con gol del hijo del art. Page adivina las contrajugadas y llega el empate 1-1, colocando a las dos selecciones por detrás de Inglaterra

Un apellido noble y un fichaje de prestigio: en Doha acaba 1-1 entre Estados Unidos y Gales, gracias a los goles de Weah y Bale. En el grupo B comandado por Inglaterra y cerrado por Irán, la selección estadounidense y los Dragons británicos mueven la clasificación, pero deberán ganar la clasificación sin que este choque directo afecte el paso de la ronda.

Weah objetivo

Los estadounidenses inmediatamente chispeantes y eléctricos, los galeses compactos y listos para atacar a la primera distracción: el escenario del partido es claro, con los hombres de Berhalter dibujando combinaciones rápidas con el trío ofensivo Weah-Sargent-Pulisic, apoyados por el dinamismo de McKennie y Musah. Los de la camiseta roja son más sobrios, agarrados a los tótems Bale (que ahora juega en la Mls americana) y Ramsey, pero sin delantero centro. Estados Unidos rápidamente se volvió peligroso, con Rodon casi anotando un autogol y Sargent recogiendo la parada de Hennessey y golpeando el poste. Y llueve amarillo por la intensidad de los contrastes, a costa de, entre otros, los “italianos” Dest y McKennie. Hasta que, en el minuto 36, llega el momento del hijo del arte: es Timothy Weah quien marca el 1-0, con un destello que habrá enorgullecido al padre George. La asistencia es de Pulisic, rapidísimo en la combinación con Sargent y brillante en el pase al hueco: Usa adelante en el descanso.

Dragones al ataque

Page necesita más peso en ataque: sale James y entra Moore para iniciar la segunda parte. Y es un Gales completamente diferente, al menos en actitud. Se necesitan veinte minutos, sin embargo, para llamar a Turner para que intervenga: Davies con un cabezazo en picado, el portero estadounidense se salva para un córner. Y en el córner Moore se desprendió y casi igualó, confirmando el mayor dominio de los Dragones en el juego aéreo. A fuerza de empujar, los galeses son recompensados. Con manotazo de Zimmerman, que derriba a Bale en el área con un drive sin sentido. Desde el punto de penalti, Gareth recuerda a todos que la Champions no se gana siendo protagonista por casualidad: conversión impecable y 1-1, marcador que no volverá a cambiar, entre los cánticos orgullosos de los galeses en la grada hasta el final. minuto 101.



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