Un perro de 10 libras come un promedio de 534 calorías por día. Si incluimos las emisiones de producción de ese alimento, un perro en dieta seca emite unos 828 kilos de CO2 al año. Un perro que sigue la llamada dieta húmeda, cuya producción tiene un impacto mucho mayor en el medio ambiente, emite hasta 6.541 kilos de CO2 al año. Eso es casi siete veces más.
Cada vez más personas en todo el mundo tienen perros o gatos en casa. Por ejemplo, Estados Unidos tiene actualmente alrededor de 76,8 millones de perros y 58,4 millones de gatos. La investigación muestra cómo los dueños pueden alimentar a sus mascotas de manera más sostenible y al mismo tiempo proporcionarles los nutrientes y las calorías adecuados.
Los científicos examinaron 816 dietas para perros y 320 dietas para gatos en Brasil. Compararon todo tipo de alimentos, desde croquetas y galletas hasta harinas de carne y comida que los propietarios habían preparado. Probaron el valor nutricional de la dieta y su impacto ambiental.
Las dietas húmedas para gatos y perros tienen el mayor impacto en el medio ambiente, especialmente en comparación con las dietas secas. Las dietas caseras suelen tener un impacto ambiental moderado, aunque el consumo de agua de las comidas caseras es similar al de las dietas secas.
Los investigadores están emocionados. “Hemos encontrado una nueva forma para que las personas contribuyan a reducir las emisiones de carbono”, escriben.