Ucrania ha exigido que las grandes petroleras occidentales, incluidas BP y Shell, dejen de comercializar petróleo ruso en el último impulso para aumentar la presión sobre las compañías energéticas para que corten una fuente clave de financiación para el Kremlin.
Oleg Ustenko, principal asesor económico del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, escribió cartas a las mayores empresas energéticas de Occidente solicitándoles que cortaran todos los tratos comerciales con Rusia, incluido el comercio de su petróleo.
“En este momento existencial para nuestra nación, le pedimos que termine todos los tratos comerciales con la industria rusa de combustibles fósiles para cortar el flujo de efectivo que financia el asesinato masivo de personas inocentes”, escribió Ustenko en cartas a BP. Shell, TotalEnergies, Chevron y ExxonMobil.
BP, Shell y Exxon han anunciado planes para deshacerse de sus participaciones en las inversiones rusas, pero junto con los comerciantes de productos básicos, en gran medida han seguido comprando barriles de petróleo del país que están obligados a recibir en virtud de contratos a largo plazo.
Shell ha dicho que detendrá todas las compras de petróleo ruso en el mercado al contado y eventualmente eliminará los volúmenes contractuales.
Las cartas también decían que Ucrania establecería un grupo para rastrear los petroleros que recogen petróleo ruso en asociación con activistas, académicos, grupos de la sociedad civil y proveedores de datos.
La súplica se produjo cuando el crudo Brent, la referencia internacional del petróleo, saltó un 6,6 por ciento el lunes a 115 dólares el barril, después de que funcionarios de Arabia Saudita dijeran que eludirían la responsabilidad por cualquier futura escasez de energía a nivel mundial.
Los funcionarios de la UE indicaron el lunes que discutirían las sanciones a las exportaciones de energía rusa, a pesar de la oposición de Alemania y los Países Bajos, que creen que el bloque depende demasiado del petróleo del país para romper limpio.