Las inversiones globales en infraestructura de gas natural licuado (GNL) amenazan con poner en peligro los objetivos climáticos. Habrá mucha más capacidad de GNL de la que necesitamos si queremos limitar el calentamiento global.
Esto es evidente a partir de un análisis que Climate Action Tracker publicará el jueves en la cumbre climática en Egipto.
Dado que Rusia ha reducido drásticamente las exportaciones de gas, Europa está totalmente comprometida con el suministro de gas natural licuado. Hay planes para 26 nuevas terminales de GNL en toda la UE, y muchos países exportadores quieren construir nuevas plantas para licuar gas natural.
Gran parte de esta nueva infraestructura no se podrá utilizar hasta después de 2025, según el informe Climate Action Tracker. Mientras tanto, el uso de combustibles fósiles debe disminuir drásticamente hacia 2030, para reducir las emisiones europeas de CO2 en al menos un 55 por ciento.
Si se implementan todos los planes propuestos, se podrían enviar aproximadamente 500 millones de toneladas (más de 600 millones de metros cúbicos) más de GNL para 2030 de lo que aún necesitamos. Europa podría importar más GNL que el gas natural de Rusia que alguna vez llegó al continente.
La expansión a gran escala de la infraestructura de GNL es, por lo tanto, una “solución falsa” para la crisis energética, concluye el grupo de investigación. Si aprovechamos al máximo la capacidad de GNL, seguiremos emitiendo demasiado CO2. La alternativa es que construimos las terminales y las fábricas, pero no las usamos. Esto a su vez puede conducir a pérdidas económicas importantes.
Países como Alemania esperan que más adelante puedan usar sus terminales de GNL para importar hidrógeno verde. Pero según un reciente investigar del instituto de investigación alemán Fraunhofer ISI todavía hay “grandes incertidumbres” al respecto. Hay costos significativos y desafíos técnicos involucrados.
Volg de klimaattop
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Los planes climáticos no van por buen camino para 1,5 grados
En su informe, Climate Action Tracker también analiza los planes climáticos que los países han presentado a la ONU. Los investigadores han visto pocos cambios desde la cumbre climática en Glasgow hace un año. Solo 25 países endurecieron sus objetivos climáticos el año pasado y, en algunos casos, fue principalmente un cambio simbólico.
Con la política actual, el calentamiento global alcanzará los 2,7 grados para el año 2100, según prevé Climate Action Tracker. Si todos los países se adhieren plenamente a sus objetivos para 2030 y a sus promesas de volverse climáticamente neutrales después de eso, el calentamiento será de 2 grados.
El grupo de expertos ve buenas noticias de EE. UU., que este año adoptó un paquete de medidas climáticas muy ambicioso. China también está aumentando su compromiso con las energías renovables en el plan quinquenal presentado por el presidente Xi Jinping este año.
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