Un hombre de 19 años de Zoetermeer intentó ayer pasar de contrabando cuarenta gramos de drogas blandas y seis pastillas de éxtasis a la Institución Penitenciaria (PI) en Lelystad. Así lo informó la policía el lunes.
El hombre hizo el intento el domingo alrededor de las 4 p.m. “Afortunadamente, el personal prestó mucha atención”, dice la policía de Lelystad. El hombre ha sido detenido en prisión. Pronto será multado.
Ocurre en promedio unas pocas veces al mes que un detenido intenta introducir algo de contrabando en una prisión holandesa, dice Marlies Kolthof del Servicio de Instituciones Judiciales (DJI) a el estentor. “En la mayoría de los casos se trata de drogas o teléfonos”.
Cifras recientes de 2020 muestran que el 66 por ciento del contrabando encontrado consistía en drogas y una cuarta parte de dispositivos de comunicación como teléfonos móviles. Un número relativamente pequeño de otros casos involucraba armas (principalmente objetos afilados), alcohol, tabaco y dinero.
Los perros de detección se utilizan para evitar que el contrabando ilegal entre en la prisión, pero el personal penitenciario también realiza inspecciones.