¿Por qué el ayuntamiento de Amberes financia la tumba de un colaborador nazi?

Mientras que en muchas ciudades belgas se colocan piedras de tropiezo modestas y respetuosas en la acera frente a las antiguas casas de las personas que fueron arrestadas, torturadas, deportadas o asesinadas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, los ciudadanos de extrema derecha rinden homenaje a los colaboradores nazis flamencos August Borms con gran nostalgia y Staff De Clercq.

Los obstáculos son monumentos a las víctimas del fascismo y el terror nazi; pocos sobrevivieron al horror de los campos de concentración. Con las tumbas pulidas de esos colaboradores, en cambio, se quiere glorificar las páginas azabache del pasado de Flandes.

El año pasado, una publicación del Parlamento Flamenco presentó una retrospectiva de la emancipación flamenca. Los mismos dos colaboradores fueron incluidos en el resumen histórico. Tras una ola de protestas, el Parlamento flamenco adoptó una resolución el 20 de marzo de 2022 condenando rotundamente la colaboración y exhortándonos a garantizar que no se repitan los «errores» del pasado.

Por lo tanto, es sorprendente, por decir lo menos, que los trabajos de reparación de la tumba de Borms se financien con fondos públicos.

Esto es aún más notable ahora que la coalición es prácticamente la misma a nivel flamenco y en el ayuntamiento de Amberes. Además, el ayuntamiento de Amberes se niega a ajustar la web de la Bormshuis, donde no se menciona en absoluto la colaboración. Se ignora el hecho de que Borms ha sido juzgado dos veces por colaboración, aunque muchos historiadores lo han denunciado.

Todo esto es un síntoma de la normalización de la ideología de extrema derecha. En lugar de trivializar las acciones problemáticas de personas como Borms, la ciudad podría haber dado un ejemplo como lo hizo en 2019 con respecto al alcalde de guerra Leo Delwaide. Cuando se reveló que Delwaide había jugado un papel activo en la persecución de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial, el muelle que lleva su nombre pasó a llamarse Liberation Dock.

Como la coalición 8 de mayo, que quiere hacer del 8 de mayo un feriado legal para conmemorar la victoria sobre el terror nazi y el fascismo, nos mantenemos muy atentos al estallido de nuevas formas de fascismo.

En el respeto de los derechos humanos fundamentales y las libertades constitucionales, de ninguna manera queremos restringir la libertad de expresión y la libertad de reunión y asociación. Por otro lado, protestamos enérgicamente contra el tributo que se rinde a los colaboradores nazis, especialmente si es directa o indirectamente apoyado y/o financiado con fondos gubernamentales.

Seguiremos defendiendo una sociedad tolerante frente a los ataques de los movimientos de extrema derecha.



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