La oficina del fiscal federal anunció el 24 de septiembre que la casa de Van Quickenborne en Kortrijk había sido puesta bajo mayor seguridad debido a una posible amenaza. No se comunicó la naturaleza exacta de la amenaza, pero se dice que hubo planes para secuestrar al Ministro de Justicia. Se encontraron armas en un auto abandonado.
En La Haya y Leidschendam, tres sospechosos fueron detenidos la noche del 23 al 24 de septiembre. Un cuarto fue arrestado un día después en La Haya. Tres sospechosos se opusieron a su entrega, pero la Cámara de Asistencia Jurídica Internacional (IRK) del tribunal de Amsterdam decidió el 26 de octubre que sí podían ser entregados a Bélgica.