El minorista de moda en línea de Berlín, Zalando SE, pudo aumentar ligeramente sus ventas en el tercer trimestre del año fiscal 2022, pero también tuvo que aceptar una pérdida significativamente mayor. Ante las difíciles condiciones del marco, el especialista en comercio electrónico se muestra ahora más cauteloso en sus previsiones para el conjunto del año. Así surge de un informe provisional que la compañía publicó el jueves.
Según esto, Zalando generó unas ventas de 2.350 millones de euros en los meses de julio a septiembre, lo que corresponde a un aumento del 2,9 por ciento respecto al mismo trimestre del año anterior. El volumen bruto total de mercancías (GMV) creció un 7,1 por ciento hasta los 3.280 millones de euros. La compañía también destacó que tuvo más de cincuenta millones de clientes activos por primera vez en el último trimestre. “Este es un gran hito en la historia de Zalando”, dijo el co-CEO Robert Gentz en un comunicado.
La pérdida neta aumenta a alrededor de 35 millones de euros
A pesar de las medidas de austeridad y otras iniciativas para aumentar la rentabilidad, como la introducción de un valor mínimo de pedido, la empresa tuvo que registrar una pérdida mayor. El déficit antes de intereses e impuestos (EBIT) fue de 7,4 millones de euros y, por lo tanto, un 62,6 por ciento por encima del nivel correspondiente del año anterior, la pérdida neta saltó de 8,4 a 35,4 millones de euros.
Sin embargo, ajustado por efectos especiales, el EBIT mejoró de 9,8 a 13,5 millones de euros, explicó Zalando. El codirector ejecutivo Gentz confirmó el curso de la compañía: “En este entorno de mercado desafiante, continuaremos actuando con prudencia e impulsando medidas para mejorar la rentabilidad. Nos estamos enfocando en iniciativas estratégicas para ofrecer a nuestros clientes aún más inspiración”, explicó.
En los primeros nueve meses del año en curso, las ventas alcanzaron un nivel de 7.180 millones de euros y, por lo tanto, estuvieron ligeramente por debajo del nivel correspondiente del año anterior (-1,1 por ciento). El EBIT ajustado por efectos especiales cayó de 287,2 a 39,1 millones de euros, el resultado neto fue una pérdida neta reportada de 82,7 millones de euros, después de haber logrado un superávit de 146,5 millones de euros en el mismo período del año anterior.
La gerencia espera resultados para todo el año “en el extremo inferior” de los rangos de pronóstico
A pesar de la actual situación adversa del mercado, la dirección básicamente se atuvo a las previsiones que ya había rebajado en junio. Sin embargo, los resultados probablemente estarían “en el extremo inferior” de los respectivos rangos de pronóstico, explicó la compañía.
La directora financiera, Sandra Dembeck, explicó la situación actual: “El clima del consumidor ha alcanzado un nuevo mínimo y la inflación sigue siendo alta. Por lo tanto, tomamos medidas tempranas y consistentes para fortalecer nuestra rentabilidad”, dijo en un comunicado. “No está claro cómo se desarrollará el gasto de los consumidores en el cuarto trimestre. Seguimos trabajando arduamente para lograr nuestros objetivos estratégicos y financieros”.