El largo viaje de Sonny: de las manillas a la Roubaix con la bandana de Pantani

Colbrelli deja el ciclismo: juventud en la fábrica, problemas de peso, la primera victoria con la bicicleta de montaña y los ídolos Cassani y el Pirata. Antes del clásico dijo que no se podía esperar la luna…

En Casto, en Val Sabbia, el frío del invierno se cuela tan profundamente que puedes sentirlo en los huesos y en la cabeza. Quizá por eso Sonny Colbrelli nunca tuvo miedo al frío: entrenaba para sufrirlo de niño, qué quieres que sea para correr unas horas empapado, con el agua salpicando los zapatos y el barro bajando de su cabeza en los ojos y de los ojos a la boca, que te la comes quién sabe cuánto tiempo antes de llegar a la meta.



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