Condena en primera instancia a ocho años y seis meses para Franco Novelli, notario, despedido de la Orden de Milán, dos años y siete meses para su esposa, Marzia Provenzano, ex número dos de los Contadores de Milán, dos años y dos meses para el guardaespaldas Mustapha Samaya y dos años al abogado Alberto Consani. Así terminó, en la sección penal décima de Milán, el juicio milanés instruido por las fiscales Giovanna Cavalleri y Cristiana Roveda. Los imputados fueron acusados de elusión de incapacidad, secuestro, peculado, falsificación y asociación delictuosa, por haber puesto en marcha entre 2012 y 2015 instrumentos jurídicos destinados a servir a Antinea Massetti de Rico (fundadora del negocio Idb Intermarket Diamond) y su esposo Richard Hile ( ambos incapaces de entender y querer): en realidad -según la reconstrucción de la acusación- las herramientas habrían servido para distraer el patrimonio de la pareja.
La historia
La historia, digna de un guión de thriller, tiene dos víctimas “perfectas”: Massetti de Rico, que quedó en estado vegetativo tras una caída en 2011 y su marido (Hile), a quien, aunque por diferentes motivos, también se le consideró que sufre de un déficit cognitivo. Massetti, ya en los negocios con Michele Sindona en los años setenta, se había dedicado a la comercialización de diamantes, hasta que fundó la empresa que terminó años después en el centro de una vasta investigación por fraude que involucró a casi todo el sistema bancario italiano. Massetti de Rico a seis años de la trágica caída, en marzo de 2017 falleció. Y es en el lapso de estos seis años -de nuevo según la acusación- que las actividades encaminadas a apropiarse de los bienes de la señora en coma y de su marido, quien también posee una parte importante de Idb Spa y falleció hace cuatro meses, ser articulado después de su esposa.
Administradores de soporte
Y aquí entra en escena Claudio Giacobazzi, quien luego se convertirá en CEO de Idb, quien se suicidó. En el momento del accidente, era la mano derecha de De Rico y habría sido designado por el Tribunal de Milán como administrador de apoyo de la dama (un papel más matizado que el de “tutor”, pero aún así un funcionario público). Esta habría sido -de nuevo según la hipótesis de la fiscalía- la llave utilizada para abrir el cofre. Además de una manipulación constante de otro sujeto débil: el esposo de De Rico, convencido de dar su consentimiento para operaciones que en realidad lo habrían dañado. De ahí la constitución de trusts (y el nombramiento simultáneo de Giacobazzi como fideicomisario), fundaciones y empresas asociadas, encomendadas a él ya Novelli. Esta es la razón por la que la Fiscalía cree haberlos identificado como los inspiradores de la operación.
La Asociación
Por su parte, Provenzano, esposa de Novelli, escriben los fiscales: participó en la asociación “poniéndose a su disposición para cualquier cumplimiento contable necesario”. Recorriendo los cargos, nos hacemos una idea, aunque aproximada, del monto de las sumas involucradas: «Giacobazzi Claudio y Novelli Franco coincidieron para decidir a su favor la remuneración y (sic) emolumentos como directores de Idb Spa (…) durante la Junta de 22 de diciembre de 2015, una nueva compensación / bonificación extraordinaria de 2.250.000 € cada uno, dinero luego desembolsado materialmente ».
Los honorarios
Y aún Giacobazzi y Novelli «teniendo la disponibilidad “legal” de bienes, tomaron posesión de importantes sumas de dinero al disponer emolumentos a favor de Marzia Provenzano por 87.000 euros en 2012, 596.593 euros en 2013, 267.067 euros en 2014 y 395.481 euros en 2015. A favor de Novelli, en cambio, se pagó una indemnización de 262 mil euros en 2012, 759.200 euros en 2013, 760.600 euros en 2014 y 880.800 euros en 2015” (todos debidamente facturados).