En vista de la disminución del ánimo de compra en muchos mercados occidentales y la debilidad de los negocios en China, el proveedor alemán de artículos deportivos Adidas AG revisó a la baja sus pronósticos para el actual año fiscal 2022 el jueves por la noche. Naturalmente, la noticia no fue bien recibida por los inversores: las acciones de la empresa perdieron inmediatamente más del ocho por ciento de su valor.
Específicamente, el grupo ahora solo espera un crecimiento de las ventas ajustado por moneda “en el rango porcentual medio de un solo dígito” para 2022, después de apuntar previamente a un aumento en el “rango porcentual medio a alto de un solo dígito”. También se redujeron los objetivos de ganancias: la gerencia redujo el pronóstico del margen bruto de 49,0 a 47,5 por ciento, y se espera que el margen operativo alcance solo 4,0 en lugar de 7,0 por ciento. En vista de este desarrollo, la compañía ahora espera una ganancia de operaciones continuas de alrededor de 500 millones de euros para el ejercicio en curso. Anteriormente, aquí se habían prometido 1.300 millones de euros.
El grupo quiere mitigar la creciente presión de costes con un paquete de medidas
Los pronósticos actualizados reflejaron “un mayor deterioro en las tendencias del tráfico de clientes en China, así como un aumento significativo en los niveles de inventario en mercados occidentales clave, como resultado de una menor demanda de los consumidores desde principios de septiembre”, dijo la compañía en un comunicado. Se espera que el aumento de los inventarios “resulte en mayores promociones de ventas durante el resto del año”.
Además, se tomaron en cuenta varios efectos especiales negativos para las nuevas metas, que lastraron el resultado en el tercer y cuarto trimestre, explicó Adidas. En general, el grupo ahora espera “gastos únicos de alrededor de 500 millones de euros” para todo el año fiscal 2022.
Una parte de esto se explica por un programa con el que el fabricante de artículos deportivos quiere contrarrestar las condiciones adversas. En el último trimestre, se reservaron alrededor de 50 millones de euros para medidas destinadas a “mitigar los importantes aumentos de costes derivados de las presiones inflacionistas a lo largo de toda la cadena de valor de la compañía y de la evolución desfavorable de las divisas”, explicó Adidas. En el próximo año, se espera que estas iniciativas “contribuyan positivamente a incrementar los beneficios de la compañía en unos 200 millones de euros”.
Las ganancias de las operaciones continuas caen un 63 por ciento en el tercer trimestre
El motivo de las decisiones que ahora se han anunciado fue el desarrollo comercial comparativamente débil en el tercer trimestre. Según cifras preliminares, las ventas del grupo en los meses de julio a septiembre ascendieron a casi 6.410 millones de euros. Superó así el nivel del mismo trimestre del año anterior en un once por ciento, lo que se debió principalmente a la débil evolución del euro. Ajustado por los efectos de la moneda, las ventas aumentaron solo un cuatro por ciento.
El desarrollo se vio frenado por problemas en el negocio de China. La compañía admitió que las ventas allí en el trimestre más reciente cayeron “en un fuerte rango porcentual de dos dígitos sobre una base ajustada por moneda”. Esto es “atribuible a las extensas restricciones de Covid-19 en curso, así como a las significativas reducciones de inventario”. Los otros mercados de la compañía “en conjunto continuaron generando un crecimiento de ventas de dos dígitos sobre una base ajustada por moneda en el tercer trimestre”.
Debido a la reducción de los márgenes y los efectos especiales negativos, que el grupo calculó en un total de casi 300 millones de euros, las ganancias del tercer trimestre quedaron muy por debajo del nivel correspondiente del año anterior. Según las cifras disponibles, las ganancias de las operaciones continuas cayeron un 63 por ciento de 479 a 179 millones de euros, explicó Adidas.