Bélgica mantendrá abiertas por más tiempo dos plantas de energía nuclear que cerrarían en 2025. El gobierno federal belga anunció esto el viernes por la noche. Las centrales eléctricas no lejos de la frontera holandesa, en Doel y Tihange, ahora seguirán funcionando durante diez años más. Debido a la guerra en Ucrania, el gas natural se ha convertido en una alternativa demasiado costosa e incierta a la energía nuclear, argumenta el gabinete belga.
“La guerra está cambiando radicalmente la forma en que vemos la energía”, dijo el primer ministro Alexander de Croo. Quiere deshacerse de la ‘dependencia dolorosa’ de los combustibles fósiles del exterior. No solo para reducir la altísima factura energética, sino también para “dar a Rusia menos recursos para financiar esa terrible guerra”.
Una salida nuclear completa había estado en la agenda de los belgas desde 2003. La actual coalición de gobierno, alimentada por los partidos verdes, quería hacer realidad esta intención. Sin embargo, la incertidumbre sobre el suministro futuro y el aumento de los precios de la electricidad ha generado dudas sobre el plan. Se espera que el gobierno tome la decisión este viernes.
Una salida nuclear completa siguió siendo el Plan A de Bélgica. Mantener abiertas las dos centrales eléctricas más jóvenes se consideraba un Plan B. Sin embargo, bajo la presión del aumento de los precios de la gasolina y la invasión rusa de Ucrania, los socios de la coalición cambiaron de opinión. Los partidos verdes también cedieron. La coalición está formada por partidos liberales, socialistas, verdes y demócratas cristianos.
Los partidos de gobierno han acordado ahora que intentarán extender la vida útil de los reactores Doel 4 y Tihange 3 hasta 2035. Además, se están abriendo dos nuevas centrales eléctricas de gas y el gobierno belga ha destinado mil millones de euros para inversiones adicionales en energía renovable.