Los planes de ‘pipe line’ han vuelto a dejarse de lado: “Dar vueltas a la olla es frustrante. Es el trabajo de nuestra maldita vida lo que está en juego”.

Una vez más, se están impulsando los planes para un ‘oleoducto’ subterráneo entre el puerto de Amberes y el área del Ruhr alemán. Como muy pronto el próximo año habrá una nueva nota de inicio y una ronda de consulta posterior. “Estamos en peligro de perder aquello por lo que hemos trabajado día y noche. Todos los días esperas una carta en el autobús que brinde claridad y nunca llega”, dice Christel Vertommen, residente local.



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