¡Corazón Inter, es una victoria muy pesada! Golazo de Calha: el Barça llora

El gol del centrocampista turco es suficiente para sorprender a los blaugrana, a pesar de varias emociones en la final: dos goles anulados, uno para cada lado, y dos penaltis negados por el Var.

El Inter arranca con una gran hazaña. En la noche en que puede hundirse, Inzaghi dibuja una de las obras maestras más bellas de su carrera, vence al Barcelona y ahora lo desprecia en la clasificación de la Liga de Campeones. El miércoles acudirá al Camp Nou con la cabeza en alto, sabiendo que incluso un empate le puede bastar para tener el camino cuesta abajo hacia los octavos de final. Sin duda, el éxito relanza a su equipo, compacto, centrado y capaz de mantener su objetivo invicto. Los nerazzurri también tienen un poco de suerte (golpe de Dembelé en el poste y un par de «ayudas» del Var), pero se merecen los tres puntos por cómo reaccionan ante el pésimo momento que atraviesan en la liga. A partir de tal declaración, la carrera de la Serie A puede comenzar de nuevo para ir más allá de las ausencias de Lukaku y Brozovic.

PELOTA BARça

En un San Siro casi lleno, Inzaghi y Xavi cambian cinco hombres respecto a su último partido de Liga, pero a pesar de las fuerzas frescas el extécnico de la Lazio decide no presionar alto. Metiéndose en su propio campo, el Inter concede una fácil posesión al Barcelona que, con el 4-2-3-1 y Gavi adelantado entre Dembelé y Raphinha, deja claras sus intenciones. Así el comienzo es un monólogo blaugrana y los anfitriones acaban en medio de un maxi toro. Inzaghi no se desmorona: preparó la carrera pidiendo compacidad, ocupación diligente de los espacios y cero distracciones para poder reiniciar. La vana carrera del balón dura seis minutos, luego en el primer error en el marco de los españoles, un contraataque que acaba con un gran golpe desde fuera de Calhanoglu desviado por Ter Stegen le deja claro a Xavi que la noche del Meazza no será un entrenamiento. En general el planteamiento es mejor que el partido perdido ante el Bayern, sobre todo a partir del 20′, cuando deja de pesar la conciencia de ser inferior técnicamente y el pedrusco de los resultados negativos obtenidos en la primera parte de la temporada (5 eliminatorias en 10 partidos oficiales). la mente.

PUNTAJE CALHA

El Barça, que hasta ahora se ha permitido el lujo de subir mucho a los outsiders defensivos (sobre todo Alonso para centralizar a Raphinha junto a Lewandowski), entiende que el reto puede convertirse en una trampa, pero no encuentra inmediatamente las contramedidas para defenderse. el juego de cambios por parte de Calhanoglu y Dimarco. Obligando a los líderes de LaLiga a correr hacia atrás, Skriniar y sus compañeros se elevan con el transcurso de las acciones: un centro raso de Mkhitaryan, un tiro desde fuera de Dimarco desviado a córner, un penalti requerido por un toque de mano de Eric García y un Los goles anulados por fuera de juego en Correa son la antesala de la ventaja. En general merecido. Dimarco voltea sobre Darmian, pero luego es de nuevo el lateral izquierdo de la selección el que inclina a Calhanoglu con el balón que el jugador turco, en plena recuperación, tira a la red con un gran disparo al borde del poste. San Siro estalla y luego acompaña a su equipo con un sonoro aplauso en el vestuario. El Barça está atónito, con Lewandowski siempre parado por De Vrij y sin poder rematar a puerta.

GRACIAS VAR

La segunda parte comienza con las mismas formaciones y el mismo marcador táctico de la primera parte o con el Barcelona poniendo sus tiendas en campo contrario y los nerazzurri obligados a defenderse. Inzaghi pide a su equipo que no deje de empezar de nuevo y que le den un punto de referencia ofensivo más «tangible» pasa a Dzeko en lugar de Correa; Xavi responde echando a la palestra a Piqué, Ansu Fati y Balde. Los blaugrana pisan a fondo el acelerador y Dembelé es detenido por Onana, ayudado por la pole. Sigue siendo el francés el que centra para la portería de Pedri que anula el Var por un toque de mano de Ansu Fati, en una salida equivocada del portero camerunés. Escapado del peligro, el entrenador emiliano cambia a los jugadores externos (en Dumfries y Gosens por Darmian y Dimarco) más el exhausto (y heroico) De Vrij por Acerbi: espera la tormenta final que llega a tiempo. Un gol en propia puerta fallado por Dumfries, un cabezazo de Busquets y un control del Var a un toque de la mano del holandés hicieron que el Meazza contuviera la respiración hasta casi el 99′ cuando sólo fue alegría nerazzurra.



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