Médico y esposa del ejército de EE. UU. Acusados ​​de espionaje para Rusia: «Querían transmitir información médica sobre estadounidenses»


Jamie Lee Henry y su esposa Anna Gabrielian fueron acusadas por un tribunal estadounidense, según documentos legales publicados. Según la acusación, Henry y Gabrielian, un anestesista del Hospital Johns Hopkins, conspiraron para pasar información clasificada a Rusia.

Henry, de 39 años, trabaja como médico militar con rango de mayor en el campamento militar de Fort Bragg en Carolina del Norte y tiene el segundo nivel más alto de seguridad, según medios estadounidenses. Esto le dio a Henry acceso a documentos clasificados que contenían información confidencial sobre el personal militar y la política estadounidenses. Henry se hizo famosa en 2015 cuando se declaró trans y se convirtió en la primera soldado estadounidense en cambiar oficialmente su nombre y entrar en transición.

Era la esposa de Henry, que habla ruso, quien, según documentos judiciales, había ofrecido sus servicios varias veces a la embajada rusa en Washington DC. El FBI se enteró de los intentos de la mujer a través de llamadas telefónicas interceptadas, después de lo cual se montó una operación encubierta.

Gabrielian tuvo su primera reunión con un agente del FBI que se hizo pasar por empleado de la embajada rusa en un hotel de Baltimore el 17 de agosto. Ella le dijo que «promovió cualquier ayuda para Rusia» «impulsada por el patriotismo», «incluso si eso significa ser despedida o ir a la cárcel». También admitió que, por razones de seguridad, no había hablado sobre Henry con la embajada rusa hasta ese momento, pero apoyó plenamente sus planes.

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Unas horas más tarde tuvo lugar otra reunión, esta vez con Henry entre ellos. También prometió hacer todo lo que esté a su alcance para ayudar a Rusia. Henry dijo que ya había intentado unirse al ejército ruso después de la invasión de Ucrania, pero fracasó debido a la falta de experiencia en combate activo. Henry le dijo al agente del FBI que «Estados Unidos está usando a los ucranianos en una guerra remota porque odian a Rusia».

El 31 de agosto, los tres volvieron a encontrarse, esta vez en un hotel de Maryland, no lejos de Washington DC. Allí, Gabrielian le dio al agente del FBI información médica sobre la esposa de un soldado que trabajaba para los servicios de inteligencia estadounidenses. También destacó un problema médico que Rusia podría explotar, según la acusación. Henry le dio al agente del FBI información médica sobre al menos otros cinco militares que estaban siendo tratados en Fort Bragg. Entre ellos se encuentran un ex oficial, un empleado del Departamento de Defensa, el esposo de un veterano y dos viudas de veteranos fallecidos.

Desde entonces, Henry y Gabrielian han sido detenidos oficialmente y enfrentan cinco años de prisión por conspiración y diez años por transmitir información clasificada.



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