“No había planes para un ataque”. Eso dicen los sospechosos de la Operación Argentum, quienes, según la fiscalía, querían “comprometer resistencia armada contra el gobierno”. Según el abogado de Marc D. -uno de los dos sospechosos que permanecen en la celda- el tribunal intervino por la combinación de su “ideología preppers, el hecho de que tenían armas y eran miembros de un club de tiro”.
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