La sonda fue lanzada desde California en noviembre pasado y golpeó la roca lunar Dimorphos exactamente a la 1:14 a.m. hora belga del martes. “Impacto exitoso”, tuiteó la agencia espacial estadounidense NASA minutos después de la colisión.
Es la primera vez que la humanidad intenta alterar la órbita de otro cuerpo celeste. Si esto realmente se ha logrado con el impacto solo se revelará en una fecha posterior. Podría llevar días o incluso semanas determinar cuánto ha cambiado la trayectoria del asteroide.
El objetivo de la agencia espacial estadounidense NASA con la prueba es practicar la técnica si existe la amenaza de un impacto de rocas espaciales en el futuro. Usando la misma técnica, una roca espacial en curso de colisión con la Tierra podría recibir un impulso, evitando un impacto con la Tierra.
“Estamos entrando en una nueva era, una era en la que potencialmente tenemos la capacidad de protegernos de algo como el impacto de un asteroide peligroso”, dijo la comentarista Lori Glaze después de la colisión, que fue transmitida en vivo por la NASA.
Los telescopios en todos los continentes y en el espacio apuntaron al mismo punto en el espacio para capturar el espectáculo. Aunque el impacto directo todavía está claro -la señal de radio de Dart se detuvo abruptamente-, está claro que el impacto en Dimorphos, un asteroide de 160 metros de largo, fue exitoso. En 2024, el satélite europeo Hera debería ir a los asteroides para medir de cerca lo que ha cambiado.
‘No hay peligro para la tierra’
El experimento no representa ningún peligro para la Tierra, ni siquiera después de que Dimorphos haya sido desviado de su curso, enfatizó de antemano la agencia espacial estadounidense NASA. En cualquier caso, la humanidad está a salvo del peligro espacial por el momento. Miles de millones de asteroides y cometas giran alrededor del sol. Unas pocas decenas de miles de ellos algún día podrían representar una amenaza para la Tierra, pero no se acercarán a nosotros durante al menos los próximos 100 años. Sin embargo, DART podría ser una respuesta a meteoros más pequeños y menos predecibles que vuelan hacia nuestro planeta.
Los científicos del Observatorio Real de Bélgica (ROB) también participarán en el procesamiento de los datos de DART. El análisis de los datos de esta misión les permitirá comprender mejor el interior de los asteroides. El ROB también participará en la misión de seguimiento europea Hera en 2024.