En Bélgica, cada vez más niños, mujeres y personas de origen inmigrante se encuentran sin hogar. La imagen estereotipada de la persona sin hogar como un hombre con una adicción ya no es cierta. Y ciertamente no es un problema que solo se presente en las grandes ciudades. Estas son algunas de las conclusiones de un importante estudio encargado por la Fundación Rey Balduino (KBS).
El investigador Koen Hermans de KU Leuven ha identificado tres tendencias internacionales importantes, que también observamos: rejuvenecimiento, decoloración y feminización. «Vemos cada vez más mujeres sin hogar. Nuestro recuento mostró que entre el 30 y el 35 por ciento de las personas sin hogar son mujeres», dice Hermans. «Estas mujeres pasan la noche principalmente en refugios temporales para personas sin hogar, con familiares o amigos. De hecho, son menos visibles y suelen estar sin hogar durante un período de tiempo más corto que los hombres. Su situación de vivienda inestable se debe con mayor frecuencia a la violencia doméstica o problemas de pareja.»
En consonancia con esto, el porcentaje de niños sin hogar está aumentando. Esta encuesta belga muestra que constituyen el 26 por ciento del número total de personas contadas. En Charleroi, 200 de los 1.159 contabilizados son niños sin hogar. Hay 272 niños en Namur, 479 en el suroeste de Flandes y 51 en la zona de atención primaria de BraVio. Sin embargo, la mayoría de estos niños no duermen en la calle.
Además, estudios internacionales muestran que el número de personas de origen migrante está apareciendo cada vez más en las estadísticas de personas sin hogar. En Bélgica, una proporción «relativamente grande», es decir, entre el 20 y el 40 por ciento, de las personas contadas son personas con antecedentes migratorios. Llaman la atención también los altos porcentajes de personas en situación precaria de residencia, especialmente en las grandes ciudades.
Incluso en las ciudades más pequeñas
Los investigadores también destacan que dormir en la calle es una realidad en Bélgica. «Aunque este es especialmente el caso en las grandes ciudades, vemos este fenómeno en todas partes, también en las ciudades más pequeñas. Y dormir en espacios no convencionales, como tiendas de campaña, garajes y okupaciones, también es una realidad cotidiana para muchos», explica Hermans. . .
Las personas sin hogar contabilizadas en espacios públicos, en albergues de emergencia y en albergues constituyen aproximadamente un tercio del total de personas sin hogar contabilizadas. «Esto confirma la existencia de un sinhogarismo ‘oculto’: se trata principalmente de personas que se ven obligadas a pasar la noche con amigos o familiares. Este es un fenómeno que afecta más a menudo a mujeres y niños. Las personas sin hogar que vemos en los espacios públicos son, por lo tanto, solo la punta del iceberg», subraya el investigador de KU Leuven.
La KBF continuará los conteos a fines de 2022, en colaboración con Flandes, Valonia y la Comunidad de habla alemana. «Con estos nuevos censos estamos dando un paso más en la organización de censos regulares y uniformes en toda Bélgica y esperamos de esta manera contribuir al desarrollo de una política más eficiente contra la falta de vivienda», dijo Hermans.
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