Siempre es Nueva Zelanda: otro Campeonato para los All Blacks más "escaso"

A pesar de un par de caídas estruendosas, los maestros “all black” arrollan a Australia y ganan la octava edición (de diez a cuatro participantes) de la prestigiosa competencia del Hemisferio Sur. Argentina evita que los Springboks obtengan el bono que hubiera significado la victoria del torneo

Al final del torneo más reñido desde el ingreso de Argentina en 2012, con un par de derrotas en la grupa que auguraban un colapso, con un posible cambio traumático de liderazgo técnico, los All Blacks aún lograron ganar el Rugby del Hemisferio Sur. Campeonato. Un éxito llegó gracias al 40-14 de esta mañana sobre Australia en Auckland y luego gracias a los Pumas, derrotados 38-21 por Sudáfrica en Durban, pero que pudieron evitar que los campeones del mundo Springboks ganaran el bono ofensivo y los 39 puntos de margen que se utilizaron para ganarse a los neozelandeses. Quien terminó en primer lugar con 19 puntos, +1 sobre Sudáfrica y por delante de Australia (10) y Argentina (9).

Sudáfrica-Argentina 38-21

En Durban empezamos con Sudáfrica que sabe que para ganar el torneo hace falta mucho. Al 11′ el gol de Eben Etzebeth es anulado por el Tmo, que rompe la bandera del maul, pero que está delante de Siya Kolisi cuando recibe el balón y por tanto se separa del tren que abre el camino. Demasiada indisciplina, sin embargo, entre los Pumas y así a la enésima infracción, esta vez de un scrum ordenado en la línea 22, llega la tarjeta amarilla para el ala Marcos Kremer. Es entonces otra falta (la séptima) que permite a los Springboks llamar a un scrum bajo los postes de la portería en el minuto 19: los Pumas están desbordados y para aplastar al final del pelotón está el número 8 Jasper Wiese. Los argentinos no tienen otras armas para frenar la presión sudafricana y en el minuto 27 llega otra tarjeta amarilla para Juan Martín González. Segunda superioridad y segundo gol: desde la banda a los 5 metros el maul se abre camino lento, pero desde el flanco izquierdo Kolisi sale como una flecha que vuela para aplastar. Frans Steyn convierte los dos y en el minuto 38 desliza un formidable disparo desde 55 metros. Al final, sin embargo, llega el gol de los Pumas: primero González recoge un balón pateado por Santiago Carreras en los 22 contrarios, luego el lateral sirve con un descargue la misma apertura que defiende la posesión en el suelo, en la agrupación llega Tomás Lavanini. quien recoge y estira para aplastar. Emiliano Boffelli transforma para el 17-7 sobre el que se va al descanso.

Y Argentina vuelve a empezar muy bien: en el minuto 47 nada más pasar el mediocampo Gonzalo Bertranou recicla de un ruck para Carreras, que a su vez sirve a González, que apostado en el lateral izquierdo, con una finta hacia el interior, sienta a Willie le Roux. , abriendo así un inesperado corredor hacia la portería (que Boffelli transforma). Sigue siendo +3, pero Sudáfrica tiene que empezar prácticamente de cero. Al 55′ de un profundo touchdown en el 22 el sudafricano magulla despeina a la defensa argentina, que para evitar el gol ahora hecho recurre a la falta profesional: técnica y gol amarillo para el central Jerónimo de la Fuente. En el minuto 60 un empujón de González, que luego provoca la caída por los aires de Juan Imhoff, le cuesta a Etzebeth la tarjeta amarilla. Pasan los 5 minutos y también llega la amarilla para Faf de Klerk, quien hace un par de minutos ingresa a la cancha, quien derriba un mazo: así, con el regreso de de la Fuente, los Pumas tienen doble superioridad. La situación, respecto a la primera mitad, es completamente inversa, con los campeones del mundo que cometen 7 faltas en 9 minutos pero que, sobre todo, ahora parecen haber aceptado la idea de haber perdido el torneo. Y el gol es inevitable: la firma Matias Moroni, liberada en total soledad por la izquierda, tras la gran labor de los delanteros que desbarata la línea sudafricana. La transformación de Boffelli vale -3. Al menos el partido, sin embargo, los sudafricanos quieren ganarlo y en el minuto 72 el maul dirigido al arco es botado ilegalmente por Joel Sclavi: segundo ensayo técnico asignado por el árbitro y otra amarilla esta vez para el pilar argentino. Con el tiempo vencido los sudafricanos continúan atacando, crean superioridad por la derecha, Makazole Mapimpi cava el quiebre y sirve a Canon Moodie, quien a su vez libera la carrera de Kurt-Lee Arendse en la portería: Steyn transforma para el 38-21 definitivo, pero hay poco que celebrar en Durban, ya que el título vuela a Nueva Zelanda.

Nueva Zelanda-Australia 40-14

Pareciera tener un mejor comienzo para los Wallabies en el Eden Park de Auckland, pero a los 2′ la tarjeta amarilla al segunda línea Jed Halloway, que voltea peligrosamente a Dalton Papalii, cambia de inmediato la inercia del partido. Incluso si los All Blacks no aprovechan la superioridad numérica. Desbloquea el marcador Richie Mounga sobre colocado a los 22′, cuando reina un frágil equilibrio en el terreno de juego, con el gol que llega a puerta cerrada: la firma Will Jordan, quien, servido por un pase corto de Beauden Barrett (que juega hoy de extremo, con su hermano Jordie primer centro), se cuela en el espacio que los australianos dejan libre a las afueras del 22 para volar casi sin obstáculos (y Mounga transforma). A los 27′ llega el segundo gol: lo asigna el árbitro Andrew Brace luego de que los All Blacks llegaran con el maul a unos pasos de la línea de un touch-off, con los australianos que logran defenderse solo de manera irregular metiéndolo con Dave Porecki ( resultando en prostituta amarilla). Las Wallabies en la media hora encontrarían también el gol con Marika Koroibete, que, sin embargo, antes de machacar la bandera pisó la línea de banda. Y al descanso se va al 17-0. Al inicio de la segunda parte se estiran los neozelandeses: primero con el gol de Sam Whitelock, que se abre paso bajo los postes desde corta distancia, luego con el de Codie Taylor, que remata la obra del maul desde un toque en el 5. metros Mounga transforma el primero y en el medio también pone un colocado. El gol australiano llega en el 60′ y gran parte del mérito es de Pete Samu, que clava el break decisivo por la izquierda y luego va a por el pase interior que, tras toque de Jordan, sigue llegando a manos de Folau Faingaa. quien logra ir más allá de la línea (con la transformación de Bernard Foley). Sin embargo, los All Blacks necesitan asegurar el punto extra ya los 5 minutos llega el gol de Taukeiaho, idéntico al de Taylor. Mounga no se transforma esta vez, luego en el minuto 76 se desliza un lugar. Al final Australia encuentra el segundo intento con Jordan Petaia, quien recibe un pase corto y alto de Nic White para zambullirse debajo de los postes (Foley transforma). Y la Copa Bledisloe se queda en Nueva Zelanda de todos modos, como ha estado ocurriendo continuamente desde 2003. Para el Campeonato, sin embargo, tendremos que esperar al amanecer del domingo de Nueva Zelanda: pero esta vez valdrá la pena. Esta es la octava afirmación (de 10 ediciones) de Nueva Zelanda desde que el torneo es cuarto (aunque la victoria de hace un año sigue “incompleta” por la ausencia de los Springboks, bloqueados en casa por las restricciones anti Covid).



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