El gobierno de Draghi está tratando de mantener el rumbo en la implementación de la ley de competencia, una reforma calificativa para los fondos de la NRP. Y a 10 días de las elecciones, lleva al Consejo de Ministros los dos primeros decretos legislativos convocados para llevar a la práctica la norma marco. Pero la medida agita a la antigua mayoría.
En la reunión de hoy 16 de septiembre está previsto el examen de las disposiciones sobre la reforma de los servicios locales y el mapeo de concesiones. No entra en esta primera vuelta el texto sobre los balnearios, que junto a los taxis plantea las cuestiones más espinosas para los partidos, y en particular para el centroderecha. La elección de los temas de los que partir no es, por tanto, casual. Pero tal cautela no es suficiente. El texto sobre concesiones, aunque algo tímido porque solo sienta las premisas para el seguimiento, es suficiente para amenazar con la dimisión del ministro de Turismo Massimo Garavaglia: “Este no es el momentoo -dice-, si lo haces me voy».
Procedimiento y estrategia
En la perspectiva relanzada en varias ocasiones por Draghi, sin embargo, el trabajo sobre las medidas no puede detenerse por dos motivos principales: en el reloj de arena del PNRR la arena sigue corriendo, y la aprobación preliminar de los decretos es una etapa de ese devenir. de la batuta lo más “completa y transparente” posible anunciada por el primer ministro.
Sin embargo, la llegada de las dos medidas al consejo no es garantía de su aprobación ni del mantenimiento de los contenidos. Tras el primer paso en el Palacio Chigi, los decretos pasarán a las comisiones parlamentarias, antes de volver al consejo de ministros para el visto bueno definitivo. Estos pasos serán tratados por el nuevo Parlamento y, probablemente, por el futuro gobierno.
El texto sobre servicios públicos, explica el borrador, aplicará las nuevas normas a todas las actividades “de interés económico general”. Sus disposiciones “prevalecen sobre las normas sectoriales y las integran como expresión de principios generales” (artículo 4). No obstante, se excluye la distribución de electricidad y gas (de nuevo el artículo 4) y, curiosamente, los teleféricos (artículo 35).