Fracasa el plan alemán para gravar a los consumidores de gas

El gobierno alemán realmente quiere imponer gravámenes a los consumidores de gas a partir del 1 de octubre. Como resultado, la factura energética anual de un hogar medio aumentará en cientos de euros. Para amortiguar el golpe, el impuesto sobre las ventas de gasolina se reducirá del 19 al 7 por ciento durante la tasa. Los ingresos del gravamen se utilizan para ayudar a los proveedores a evitar que quiebren. Esto incluye a Uniper, el mayor importador de gas ruso de Alemania.

El plan ha sido controvertido desde el principio. El sistema energético de Alemania necesita dinero tras la decisión de Rusia de reducir el suministro de gas. El plan del ministro de Economía, Robert Habeck, desató desacuerdos en la coalición alemana. Las empresas que no se vean afectadas por el aumento de los precios también podrían solicitar apoyo. Los expertos legales también dudan de que esta forma de ayuda estatal esté permitida constitucionalmente. El impuesto previsto aún no ha recibido luz verde por parte de la Comisión Europea.

Aún más controvertido es el plan de Habeck de imponer un impuesto adicional a ciertos consumidores. La idea es que los consumidores que usan calefacción urbana y los consumidores con contratos de gas a largo plazo hagan una contribución adicional. Según el grupo de presión AGFW, alrededor de 6 millones de hogares están conectados a centrales eléctricas que distribuyen calor a los hogares cercanos. El gas natural tiene una participación de alrededor del 56 por ciento de este mercado. No está claro cómo las autoridades pueden distinguir entre los diferentes clientes.



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