Ol más de 400 millones de libras en posesiones personales, acumuladas durante 70 años de reinado y en parte heredado de su padre Jorge VI y la Reina Madre. ¿Todos pasan a Carlos, el nuevo monarca? ¿O se repartirán entre todos los hijos de la reina desaparecida? El príncipe Andrew, en dificultades financieras tras el resultado del escándalo de Epstein, realmente lo necesitaría.
¿Dónde está el testamento de la reina Isabel?
Como en el caso del testamento del príncipe Felipe, que no se hará público durante al menos un siglo, el de Isabel también está destinado a permanecer bajo llave. Los bienes personales de la reina incluyen bienes inmuebles, incluidos las mansiones reales de Balmoral y Sandringham, inversiones bancarias, colecciones de arte, joyas, así como cien millones de libras heredadas de la Reina Madre y que en teoría deberían pasar a Carlos. Pero es posible que la reina no se lo haya dejado todo a él.
Los bienes de la Corona no son privados
El testamento de Isabel solo incluye bienes personales, mientras que todo lo que lleva la marca real sigue siendo propiedad de la Corona. Los miles de millones de la institución monárquica pasan efectivamente a manos de Carlos, que seguirá gestionándolos según las necesidades de su reinado, manteniéndolos separado de su fortuna personal.
La «ayuda» financiera al rey por parte del gobierno
El rey, como su madre, seguirá recibiendo la Subvención soberana otorgado anualmente a la Familia Real por el gobierno británico: aproximadamente £ 86 millones, para subsidiar gastos de entretenimiento, viajes oficiales y mantenimiento de propiedades.
Los gastos privados, por el contrario, están cubiertos por una concesión separada, la Monedero privado, de una finca y propiedad histórica del siglo XIV, administrada por el Ducado de Lancaster y que proporciona al monarca un ingreso privado.
Real Testamento: las propiedades de la Corona. Y los de la reina Isabel
Los ingresos de los activos financieros relacionados con las residencias reales, como el Palacio de Buckingham, el Castillo de Windsor y el Palacio de Kensington, no van a los bolsillos del rey sino que permanecen en la Corona. La propiedad privada de la reina eran Balmoral y Sandringham y ahora pasan por derecho a Carlos. Pero el testamento podría revelar (a puerta cerrada y solo al resto de los Reales) algunas sorpresas. La reina también habría pensado en los sobrantes Charlotte y Louis, asegurándoles, como adultos, un hogar para cada uno.
Los últimos deseos de la reina Isabel
Se rumorea que la soberana ha manifestado en numerosas ocasiones su intención de repartir sus bienes privados entre los distintos hijos. De ello se beneficiaría el hijo predilecto Andrea, en serias dificultades económicas tras la cuantiosa remuneración pagada a su acusadora Virginia Giuffre, en el marco del escándalo Epstein.
Y como lo hizo la Reina Madre, fallecida hace veinte años, Elizabeth también habría pensado en Harry, ya no es un miembro de la realeza y está «obligado» a ganarse la vida con lucrativos contratos con los medios.
La situación del Príncipe William es más clara
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