Visionario, imaginativo, intrépido. Lo opuesto al burócrata militar que yace inmóvil en su zona de confortStefano Orlando, general del cuerpo de ejército de Carabinieri, ex subdirector de la Sisde y luego subcomandante general, falleció ayer a los 74 años. Dejar una huella imborrable en la historia de las fuerzas policiales y de inteligencia. Fue presidente de la Onaomac (obra nacional de ayuda a los huérfanos de militares, arma de la policía). Desde el apoyo a los estudios de los jóvenes, hasta el culto a la inteligencia, pionero de la inteligencia económica en Italia, una carrera única. Todo para contar.
1999: comienza la temporada de inteligencia económica
Siciliano di Caronia (Me), jefe de curso en la academia militar de Módena, después de las asignaciones territoriales y el mando general llega al Quirinale donde queda vinculado para siempre a Francesco Cossiga. Pero también se necesitará a su sucesor, Oscar Luigi Scalfaro. Es estimado y apreciado por Vincenzo Parisi, legendario jefe de la Sisde y de la Policía. Carabinero hasta la médula, orgulloso de su libertad, hace amigos y relaciones sólidas con otros cuerpos policiales, la Defensa y sobre todo la inteligencia, una gran pasión de Cossiga y los suyos. En 1999 asume como Jefe de Análisis del Servicio Secreto Interno, permanecerá hasta 2007. Allí inaugura un núcleo de inteligencia económica. Precursor de una acción a gran escala hoy, buque insignia de Aisi.
Un carabinero a cargo de cinco financistas
Fue Franco Frattini, entonces presidente de Copaco hoy Copasir, quien solicitó una actividad informativa sobre amenazas económicas a la seguridad nacional. Orlando, de acuerdo con el entonces director del Sisde Vittorio Stelo, seleccionó a cinco oficiales y suboficiales, todos de la Guardia di Finanza. Salimos a toda velocidad: todavía había turbulencias en el precio del petróleo, la competencia despiadada de los servicios franceses, escollos de todo tipo. Orlando establece relaciones con Franco Bernabè, entonces director general de Eni, y Paolo Savona. Por primera vez reúne a los responsables de seguridad de grandes empresas para conocer los riesgos de las empresas. La economía, como asunto de seguridad nacional, ya no es prerrogativa exclusiva de las finanzas.
De la inteligencia a los huérfanos del arma
Subdirector de la Sisde de 2007 a 2008, en la cúspide Franco Gabrielli -entre ambos un vínculo ininterrumpido de estima y cariño mutuo como pocos-, Orlando de 2009 a 2010 fue subcomandante general de Arma. Cuando deja el uniforme por límites de edad, se convierte en vicepresidente de Onaomac: se pone al servicio de Cesare Vitale, otro general legendario de Arma. Así abre su mente y su corazón a la asistencia de los carabinieri huérfanos: vivienda, becas, financiación de cursos de grado y máster. Al fallecer Vitale en abril de 2021, con decreto del Ministro de Defensa Lorenzo Guerini, a propuesta del Comandante General Teo Luzi, Orlando, asciende a la cúspide del cuerpo asistencial. Como de costumbre, se lanza de cabeza. Lleno de proyectos e iniciativas.
La protección de la singularidad de los carabinieri
La acción informativa generalizada, el resguardo y puesta en valor de las 4 mil 500 estaciones de la zona, el mantenimiento del plantel: un sistema de 100 mil uniformados, para renovarse sin temor pero en el resguardo de la tradición, de identidad. En esto Orlando ha sido un funcionario escuchado a la última por autoridad, lucidez, capacidad de ideas innovadoras en sectores en continua evolución, a veces en fibrilación. Relaciones de gran intercambio e intensidad con Teo Luzi y con Mario Parente, director de Aisi. Así como abrirse al mundo financiero para potenciar el apoyo a los huérfanos. Consolida un vínculo profundo con Emmanuele Emanuele, presidente de la Fundación Terzo Pilastro – Internacional, una referencia absoluta en el mundo de las finanzas y sin fines de lucro. Una apuesta diaria e infatigable. También ahora huérfana de su indómita y valiente jugadora.