Mira quién está en la grada del Zini. El Gianluca nacional con el Cremonese en el corazón

Nacido en Cremona hace 58 años, se mantuvo muy apegado a los colores que lo lanzaron al gran fútbol. Y que paga al son de… tifus

Las cámaras de Zini lo captaron en las gradas durante el Cremonese-Sassuolo, pero enseguida se hizo evidente que la actitud no era la del invitado, sino la de alguien que tiene todos los aires de volver a casa. El oratorio de Cristo Re, el Instituto de Agrimensores en Via Palestro, una familia numerosa y unida (Gianluca es el quinto y último hijo) que vive en la región del Po: Gianluca Vialli nació y creció en Cremona, hace 58 años, el 22 de julio 1964. Aquí arranca su extraordinaria aventura futbolística, una parábola en crescendo imparable que le lleva desde el campo de Pizzighettone, a pocos kilómetros de la capital, hasta las canteras de Cremonese (coste: millones de liras) que le hace debutar en la Serie C1 y luego el B a los 17 con Vincenzi, para jugar un desafortunado playoff por la máxima categoría al año siguiente y finalmente conquistar la Serie A, 54 años después, en la 1983-84, gracias también a sus 10 goles, con Mondonico en el banquillo y el fútbol , pan y salami del presidente Domenico Luzzara.

Cremonese, la plataforma de lanzamiento

En esos años el eje Juventus-Cremonese trajo varios talentos a la rojigris, de Prandelli a Marocchino, de Cabrini a Bonini. Pero el presidente Boniperti decide no participar en la subasta de Vialli, en la que muchos ya han puesto la mira. Gana la Sampdoria de Enrico Mantovani, que por tres mil millones se lleva a casa al joven Gianluca, que por primera vez se aleja de Cremona, destino Bogliasco-Nervi. El aire del mar le beneficia, Bersellini le hace debutar en la Serie A (ante el Cremonese…), con Boskov -pero también Mancini, Pari Vierchowod, Cerezo y compañía- encuentra victorias, avalancha de goles, gloria imperecedera. Una historia, que la Sampdoria, que duró 8 años, se componía de muchos «no» a los grandes nombres en nombre de un grupo y su sueño, luego coronado: la victoria de un Scudetto, y también de una Copa de Copas, primero trofeos (después de 3 coppe Italia) de una larga serie.

El regreso a las raíces

El resto, desde las glorias con la Juve hasta la camiseta azulgrana, a la que volvió como asistente, es conocido y digamos historia reciente. Pero hoy Gianluca ha querido darse una vuelta a sus orígenes, y está en la grada animando a los cremoneses. El que normalmente vive en Londres pero sigue las redes sociales de grigiorossi al son de «me gusta», y no deja de volver a la ciudad, para visitar amigos o para apoyar eventos benéficos. El que nunca ha olvidado sus orígenes y siempre ha permanecido gris-rojo por dentro, a pesar de algunas acusaciones provincianas -ahora desmontadas- de esas que nunca faltan en los que vuelven a casa después de haber tenido suerte en el mundo. También porque Cremona siempre lo ha querido.



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