La NASA cancela el lanzamiento a la Luna por segunda vez tras una fuga de hidrógeno


Los problemas técnicos con el combustible de su cohete gigante de luna nueva obligaron a la NASA a cancelar su segundo intento de lanzamiento en menos de una semana.

Los ingenieros de la agencia espacial estadounidense lucharon durante más de tres horas el sábado para contener una fuga en una línea de hidrógeno que se utiliza para llenar uno de los tanques en la parte central del cohete, pero abandonaron el esfuerzo más de dos horas antes de la explosión programada. apagado.

La filtración fue la última de una serie de fallas técnicas que retrasaron el primer lanzamiento del cohete SLS, que Estados Unidos espera usar para llevar a los astronautas de regreso a la luna en 2025.

Una fuga de combustible de hidrógeno también obligó a retrasar la cuenta regresiva en el primer intento de lanzamiento del lunes, aunque se solucionó a tiempo para permitir que se completara el abastecimiento de combustible. El lanzamiento finalmente se canceló después de que un sensor defectuoso generara preocupaciones de que uno de los cuatro motores del cohete principal no se estaba enfriando como era necesario.

Antes del segundo intento del sábado, la NASA había advertido que podría necesitar cancelar el lanzamiento nuevamente si enfrentaba una serie similar de pequeños problemas que resultaron ser demasiado para resolver en la ventana de lanzamiento de dos horas disponible.

No quedó claro de inmediato si la NASA programaría otro intento de lanzamiento para el lunes o el martes, los últimos dos días disponibles para su plan de misión actual, que requiere que el cohete lleve una cápsula sin tripulación a la órbita lunar. La agencia ha dicho que si se pierde esa ventana, o si decide sacar el cohete del soporte para realizar reparaciones más extensas, la próxima oportunidad para el lanzamiento sería en octubre.

Los ingenieros de la NASA describieron a principios de esta semana los problemas de lanzamiento de último minuto como problemas comunes con los nuevos programas de cohetes y dijeron que no habían descubierto fallas más graves con los motores de los cohetes o los tanques de combustible.

El lanzamiento es una gran prueba para Boeing, el contratista principal del cohete, dado que el SLS ya tiene años de retraso y miles de millones de dólares por encima del presupuesto. Un auditor de la NASA estimó que una sola prueba del cohete costará 2.200 millones de dólares, y se gastarán otros 1.900 millones en la cápsula Orion, los sistemas terrestres y otras operaciones.

Estados Unidos ha planeado cuatro lanzamientos del cohete en los próximos años como parte de su programa Artemis para llevar a los astronautas de regreso a la luna por primera vez desde 1972 y sentar las bases para un futuro viaje a Marte.

No se ha comprometido a ningún lanzamiento más allá de eso, y muchos expertos espaciales creen que los nuevos cohetes que están desarrollando Elon Musk y Jeff Bezos pronto ofrecerán una alternativa más económica para llegar a la luna y más allá.



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