La mina 7 en Spitsbergen, una isla en el Océano Ártico, continuará suministrando carbón a la industria europea, principalmente a los fabricantes de acero, hasta mediados de 2025. «Hay una guerra y una gran incertidumbre sobre el acceso a materias primas importantes», dijo el ministro de Industria noruego, Jan Christian Vestre. «Lo mismo ocurre con la producción de acero en Europa, de la que dependemos completamente».
La Store Norske Spitsbergen Kulkompani (SNSK), de propiedad estatal, ha cerrado todas sus grandes minas de carbón en Spitsbergen durante las últimas dos décadas. Sólo quedó abierta una pequeña mina para seguir abasteciendo a la central eléctrica local y garantizar la exportación de carbón. Los grupos ambientalistas han estado pidiendo a Noruega que ponga fin a la minería del carbón durante años.