El futuro de Ita sigue siendo incierto y nada se da por sentado: no solo porque el resultado de las negociaciones con el consorcio elegido por el Mef, el formado por el fondo estadounidense Certares con Air France KLM y Delta como socios comerciales, está solo en el pitido inicial. De hecho, el factor político pesa mucho en la operación: estamos en vísperas de elecciones y de cambio de gobierno, con negociaciones que deberían resurgir una vez que se instale el ejecutivo que saldrá de las urnas.
Según las encuestas, podría corresponder al centroderecha dirigir el país y Giorgia Meloni, candidata a ser la futura inquilina del Palazzo Chigi, criticó el método del gobierno saliente (“no está a la altura Ejecutivo para decidir”) mientras usa palabras más cautelosas sobre el fondo con respecto al pasado: “Solo cuando sepa podré pronunciarme”, dijo, subrayando que “es otro pedazo de Italia que se va y, cuando esto pasa, nunca soy feliz. Cualquier cosa que pueda hacer para prevenirlo, estoy listo para hacerlo”.
El anterior de 2008
Frases y circunstancias que traen a la mente el pasado: en 2008 la entonces Alitalia aceptó la propuesta de Air France-KLM pero ya entonces estaba en plena campaña electoral: Romano Prodi se había desanimado en el Parlamento y Silvio Berlusconi estaba empezando a ganar las elecciones ondeando la bandera italiana de la empresa. El grupo franco-holandés retiró la oferta.
La hoja de ruta: última palabra para el próximo gobierno
Por el momento, las obras de Ita serán gestionadas por el gobierno de Draghi. La negociación exclusiva con el fondo estadounidense, en sociedad comercial con Delta y Air France-KLM, para vender la nueva empresa podría culminar con un memorando de entendimiento para legar al futuro ejecutivo pero no vinculante. O podría llegar un acuerdo preliminar más detallado. No es seguro que las negociaciones queden completamente interrumpidas por las elecciones ya la espera de un nuevo ejecutivo. Las negociaciones deberían volver a estar en pleno apogeo una vez que se instale el ejecutivo que saldrá de las urnas. Solo en ese momento llegará la decisión definitiva sobre la venta de la antigua Alitalia, con Lufthansa probablemente siempre en la ventana.
Melones: método está mal, no le corresponde a este gobierno
Meloni había pedido al Gobierno de Draghi que frenara el expediente: «A partir del 25 de septiembre todo puede cambiar y el relanzamiento de nuestra aerolínea nacional decidirá quién gobernará. Ahora que hemos enfrentado sacrificios indecibles para reducir costos, es necesario evaluar cuidadosamente la presencia del Estado en la empresa y la participación accionaria de otros socios”, fue la posición expresada a principios de agosto.