Janssen es miembro de la junta de la fundación que selecciona anualmente al ganador del premio. En ese cargo, se reunió varias veces con el exlíder de la Unión Soviética. “Antes de que viniera a Kerkrade, ya lo había visitado dos veces en Moscú”, dice Janssen. Tiene buenos recuerdos del exsecretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, como era su título oficial. “Nos sentábamos a la mesa de igual a igual y comíamos y bebíamos. Todo pasaba con un intérprete, claro, pero era muy bueno escuchando”.