Por Johannes Malinowski
No se ven tan orgullosos y coloridos como sus congéneres. La alegría en Hardenbergplatz sigue siendo enorme.
Los Flamencos Menores por fin han vuelto a tener descendencia desde hace ocho años. Dos pollitos esponjosos abandonaron recientemente su montículo de cría.
“En las primeras semanas son alimentados con la llamada leche de buche”, dice el zoológico. Estas son bombas de energía ricas en proteínas y grasas que ambos padres producen en el tracto digestivo superior.
Puedes visitar a los polluelos en el Faisán, donde conviven los Flamencos Menores junto a los Flamencos Andinos y de Santiago. Actualmente, otras dos parejas se están reproduciendo allí.
Por cierto, pasará un tiempo antes de que los animales jóvenes adquieran su color rosa. Los flamencos comen algas y cangrejos. Contienen carotenoides, que son los responsables de la coloración de las plumas.