Dos residentes de Florida se declararon culpables el jueves del robo y venta de un diario que, según documentos judiciales, pertenecía a Ashley Biden, hija del presidente estadounidense Joe Biden. Los acusados Aimee Harris (40) y Robert Kurlander (58) vendieron el diario al grupo activista conservador Project Veritas.
En 2020, según documentos judiciales, Ashley Biden se hospedaba en la casa de una amiga en Delray Beach, Florida, donde guardaba su diario y otras pertenencias.
Después de que Biden se fue, el novio/novia invitó a Aimee Harris a quedarse en la residencia temporalmente. Dos meses después, Harris contactó a Kurlander para pedirle ayuda con la venta del diario y otras posesiones, como fotos familiares, dijeron los fiscales.
El dúo buscó un comprador antes de las elecciones presidenciales de EE. UU. de noviembre de 2020 y vendió todo a Project Veritas, quien les pagó $ 20,000 a cada uno.
Ashley Biden y Project Veritas no están identificados por su nombre en los documentos judiciales más recientes, pero los fiscales y el grupo conservador ya plantearon la investigación en otra demanda de Project Veritas en la corte federal de Manhattan que comenzó el año pasado.
Un abogado de Project Veritas dijo en un comunicado en noviembre pasado que dos personas llamadas AH y RK habían puesto el diario a la venta para el grupo. Los abogados de la organización luego negociaron la venta con el dúo. La recopilación de noticias de Project Veritas fue «ética y legal», afirmó el jueves el abogado Paul Calli. “La recepción legal por parte de un periodista de material que luego se afirma que fue robado es común y está protegido por la Primera Enmienda”, dijo.
Aunque los vendedores afirmaron que habían obtenido el diario de manera legal, Project Veritas había decidido no publicar un artículo al respecto porque no se podía confirmar que el diario realmente perteneciera a Ashley Biden, dijo. En cambio, pasaron el diario a la policía de Florida.
Harris y Kurlander enfrentan cada uno un máximo de cinco años de prisión. El abogado de Harris, Sam Talkin, dijo que su cliente «ha aceptado la responsabilidad por su comportamiento y espera seguir adelante con su vida».
Un abogado de Kurlander no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. Roberta Kaplan, abogada de Ashley Biden, se negó a comentar.
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