Es la dotación más grande de apoyo militar estadounidense desde el comienzo de la invasión rusa. Debería permitir a Kiev comprar nuevas armas y financiar operaciones o entrenamiento. El dinero proviene de un fondo del Ministerio de Defensa, que puede ser utilizado para operaciones rápidas o compra de armas.
Desde el comienzo de la invasión rusa, Washington ha proporcionado a su aliado más de 10.000 millones de dólares en ayuda militar.
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