Según la agencia espacial NASA, que transmitió en vivo la caminata espacial, la salud de Artemev no estuvo en ningún momento en peligro. Le pidieron varias veces que “deje todo y regrese de inmediato” debido a los problemas de tensión. El ruso de 51 años dijo que entendía y que “no estaba preocupado” antes de regresar a la EEI. Allí, su traje se conectó a la fuente de alimentación de la estación espacial.
La caminata espacial prematuramente abortada tomó en total unas cuatro horas. Artemev trabajó principalmente en la instalación de un brazo telescópico que podría ayudar a los astronautas en caminatas espaciales posteriores.