Tan doloroso como inevitable que el gabinete pase ahora a autoridades municipales en recepción de asilo


Lodo tras la lluvia en los terrenos de la Agencia Central para la Acogida de Solicitantes de Asilo (COA) en Ter Apel, donde los solicitantes de asilo tienen que dormir al aire libre debido a la escasez de plazas de acogida.Imagen ANP

Después de meses de amenazas, el gobierno ahora está poniendo en práctica sus palabras. Por primera vez, un municipio se ve obligado a recibir a solicitantes de asilo. La Agencia Central para la Acogida de Solicitantes de Asilo (COA) ha comprado Landhotel ‘t Elshuys en Albergen, en el municipio Overijssel de Tubbergen, y cree que puede realizar 300 plazas de acogida aquí. Debido a que no ha sido posible llegar a un ‘acuerdo administrativo’ con el municipio desde abril, el gobierno ahora se está haciendo cargo del proceso de concesión de licencias. Esto significa que ya no depende de la voluntad de un municipio.

De la carta con la que El secretario de Estado Eric van der Burg (Asilo y Migración, VVD) informó este martes a la Cámara de Representantes, también en nombre del ministro Hugo de Jonge (Vivienda Pública, CDA), expresa una creciente desesperación. ‘La necesidad es muy grande. Sin medidas, nos faltarán miles de albergues en octubre’, dice la carta, que también anuncia que más autoridades municipales están a la espera de este recurso a la ley ambiental. Esto sin contar el proyecto de ley que se está redactando, que pronto podrá obligar a los 344 municipios holandeses a contribuir a la recepción de asilo.

Con este primer paso, el gobierno asume dos grandes riesgos. Incluso aquellos que no son abogados pueden predecir que tarde o temprano un municipio acudirá a los tribunales para que se pruebe la legitimidad del instrumento utilizado. ‘COA está preparando actualmente una solicitud de permiso ambiental para este lugar’, escriben los ministros sobre Tubbergen. Luego lo asignarán ellos mismos. Eso es justamente, en sus propias palabras, ‘un paso excepcional’. Por otro lado, el gabinete también es consciente de que una demanda del Consejo para los Refugiados se cierne sobre el mercado y que hay que hacer todo lo posible para frenar la escasez de acogida (una ‘crisis nacional’ desde junio).

De eso depende el segundo punto dolorido juntos. El apoyo para la recepción de solicitantes de asilo es frágil en muchos lugares. En comunidades muy unidas como Tubbergen, muchos residentes no ven por qué deberían ser la solución a las escenas desgarradoras en Ter Apel. Tampoco se les escapa que al menos a un tercio de los solicitantes de asilo nunca se les otorgará un estatus de residencia, porque no parecen ser refugiados después de una evaluación del servicio de inmigración. No obstante, esto no exime a los Países Bajos de su obligación de proporcionar una recepción decente. La medida del gobierno puede ser indeseable, pero es inevitable en este momento.

La posición del periódico se expresa en el Volkskrant Commentaar. Se crea después de una discusión entre los comentaristas y el editor en jefe.



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