A Parked Life, un retrato de un camionero, está lleno de belleza alienante ★★★☆☆


Una vida estacionada

Una familia lo saluda alegremente en un viaducto en algún lugar de Escandinavia. Sin duda, es un momento doloroso para el camionero búlgaro Petar Bonchev, que lleva meses echando de menos a su mujer y a su hijo. “Recuerdo principalmente a mi padre que siempre se había ido”, dice Peter en el documental. Una vida aparcada. Sabe que su hijo Dani pronto dirá lo mismo de él.

Durante tres años, el cineasta belga Peter Triest viajó con Petar, atravesando Europa, de un viaje de un mes a otro. Los cortos períodos que Petar pasa en casa casi se saltan: esposa Snezhina y Dani se conocen casi solo a través de conversaciones de Skype cada vez más tristes. Petar cocina en la parte trasera del tráiler, secando su ropa sobre el capó. Las áreas de descanso a lo largo de las carreteras europeas son su principal lugar para dormir. A veces pasa la noche con colegas: hombres que, como él, y cientos de miles de otros camioneros de Europa del Este, llevan una vida reducida para mantener a flote la logística capitalista del continente.

La película sobresale en la forma en que transmite la agotadora rutina de esa existencia. El triste y camarógrafo Renaat Lambeets picotea una belleza alienante de los paisajes industriales y portuarios que atraviesa Petar, las montañas que sólo ve desde la cabaña, los invernaderos y los molinos, el enésimo atardecer sobre desolada tierra de nadie. Muchos primeros planos conmovedores de Petar, quien dice que quería ser un astronauta cuando era niño, mientras que ahora está eternamente en órbita alrededor de Europa.

Inmediatamente en la primera escena, Snezhina termina su relación por teléfono. Como resultado, la monotonía de Una vida estacionada una dirección fatalista, pero la película también pierde tensión. Después de la escena inicial, Triest retrocede tres años en el tiempo: ves, escuchas y sientes cómo el matrimonio de Petar continúa desmoronándose, mientras que él no puede detenerlo. O tal vez le falta fuerza de voluntad o comprensión real de la situación de Snezhina.

eso es lo que le falta un poco Una vida estacionada: que Petar se convierte en un fascinante antihéroe, y que en su realidad se ve reflejada la de todo un continente, pero que como persona sigue siendo un tanto escurridizo e intercambiable. A pesar de todo el tiempo que Triest pasó con Petar, Una vida estacionada como un encuentro algo fugaz, dando vueltas constantemente a los mismos temas. Un encuentro impresionante, conflictivo y estimulante, eso sí: si Petar se sumerge en el mar en un raro momento de pausa, ¿no querría nadar para siempre?

Una vida estacionada

Documental

★★★ renvers

Dirigida por Peter Triest

76 min., en 21 salas y en Picl.



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