Como muchos otros países europeos, Holanda también está sintiendo los efectos del clima cálido y la sequía, que ha provocado incendios en algunos lugares del país. Por ejemplo, la brigada de bomberos trabajó ayer por la noche y esta mañana con mano de obra y fuerza para extinguir un incendio que se desató el jueves por la noche en Brunssummerheide, en la provincia sureña holandesa de Limburg y cerca de la frontera belga. Las llamas han destruido un trozo de naturaleza del tamaño de un campo de fútbol, informa el portavoz.
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