Benoot, accidente de coche: "Unos milimetros, y quien sabe… Me dieron morfina"

El flamenco del Jumbo-Visma, muy fiel a Vingegaard y Van Aert, cuenta los detalles del accidente del lunes cuesta abajo a 67 por hora: el coche salió del parking y se cortó el paso. Se fracturó la segunda vértebra cervical y llevará un aparato ortopédico durante tres meses.

Otro accidente, sigue siendo un profesional salvo unos milímetros. Las palabras del flamenco Tiesj Benoot abren un panorama de lo que pudo haber sucedido. Reanudemos la película: Benoot, fiel al maillot amarillo de Vingegaard y Van Aert en Jumbo-Visma, está en Livigno para entrenarse para el final de temporada. Está solo, no hay otros compañeros. Para el técnico belga Vanthourenhout, es pieza clave para el Mundial de Australia, objetivo número 1 para Van Aert: al fin y al cabo, Benoot, que ganó la Strade Bianche 2018, terminó 2º en la París-Niza 2020, 3º en todas las ‘Amstel Gold Race y en la Clásica San Sebastián 2022, es un tipo duro, que nunca se rinde, un compañero que todos los capitanes querrían. Y en cambio… .

Las palabras El lunes el impacto contra un auto fue cuesta abajo a 67 por hora. Después de dos días en el hospital, Benoot regresa a Bélgica y cuenta el episodio al periódico belga Het Laastste Nieuws: “Iba por una recta, ni siquiera iba demasiado rápido, mi computadora marcaba 67 km por hora. De repente, un automóvil cruzó la calle para ingresar a un estacionamiento. Apenas alcancé a frenar, pero lo hice bien. Cuando abrí los ojos, la puerta del auto estaba abollada, el espejo estaba roto, las ventanas rotas. Me recuperé después de quince minutos. Me llevaron al hospital en helicóptero, enseguida me dieron una dosis de morfina, me hicieron una ecografía de órganos internos para ver si sangraba. Al final informé de la fractura de una vértebra cervical (la segunda, ed), pero no hay daño permanente. Me diagnosticaron una conmoción cerebral y los médicos me quitaron el vaso de la cadera y el codo y me cosieron las heridas. Siento que tengo las costillas magulladas o rotas también, reconozco ese dolor cuando me río o toso”.

La temporada de Benoot ha terminado. Casi tres meses con el aparato ortopédico. De nuevo el belga: “Afortunadamente pude mover las manos y los pies en el sitio y fue un alivio. Unos pocos milímetros y podría haber sido una historia diferente. Lo estoy haciendo un punto, en realidad estoy muy agradecido y feliz de poder contarlo nuevamente”. Ya.



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