La redada fue, según el portavoz del ejército, cometida por miembros de los llamados Maï-Maïrebels, grupos de autodefensa congoleños. Los investigadores de Kivu Security Tracker, que dependen de una amplia red de observadores en la región, dicen que se sospecha que los rebeldes de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) están detrás de la liberación.
Había al menos 500 detenidos en la prisión. Una fuente dentro de la prisión habla de 872 reclusos, 49 de los cuales no escaparon. Se ha iniciado una búsqueda de los fugados, hasta el momento tres detenidos han sido recapturados.
ADF se autodenomina una rama de IS en África Central. El grupo, de origen ugandés pero asentado en el Congo a finales de los 90, ha llevado a cabo numerosas masacres de población en los últimos años.
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