Con estos consejos, puede armarse contra una recesión, sin importar la edad.


Ponga a prueba regularmente los planes de financiación específicos para cada edad
Ahorro: el efectivo es clave en una recesión
Protección del nivel de vida y de la cartera

Un estudio realizado por MagnifyMoney muestra que más de dos tercios de los estadounidenses (68 por ciento) no se sienten financieramente equipados para enfrentar la recesión económica. Los datos se recopilaron de una encuesta en línea de 2.082 consumidores estadounidenses a principios de junio. La encuesta reveló que las mujeres se sienten significativamente menos preparadas que los hombres (77 por ciento frente a 57 por ciento) y que los baby boomers, es decir, personas de 57 años o más, tienen mucho menos miedo que las generaciones más jóvenes.

Casi el 90 por ciento de los encuestados dijeron que ya habían tomado medidas como recortar el gasto o establecer una reserva para prepararse para una recesión. Pero, ¿qué medidas son realmente útiles?

Estrategias para enfrentar una recesión

Una publicación de CNBC resume las herramientas estratégicas por edad. Ciertamente, existen diferencias clave entre los EE. UU. y los países europeos, particularmente en relación con el seguro de desempleo o de salud y el financiamiento de bienes raíces, que son particularmente evidentes en una recesión. Sin embargo, hay una superposición de consideraciones estratégicas básicas para hacer frente a una recesión económica.

Independientemente de la edad o la situación económica, los expertos desaconsejan invertir cualquier dinero en el mercado que se necesitará en los próximos cinco años. La diversificación de la cartera de inversiones también es un buen consejo en cada situación.

Elaboración de un plan de financiación y formación continua

En las décadas de 1920 y 1930, los expertos recomendaron por primera vez la elaboración de un plan de financiación para futuras inversiones y deudas. El plan de financiación debe servir para asegurar el futuro financiero y contener el desarrollo de un fondo de emergencia, así como un plan para pagar cualquier deuda a través de la formación/estudio y la financiación de la vivienda.

Las reservas de efectivo son fundamentales para una recesión, por lo que se recomienda que deposite el 10 por ciento de sus ingresos en una cuenta de ahorros de alto rendimiento para cubrir de tres a seis meses de gastos de manutención. Para construir un futuro financieramente seguro, el salario es clave a esta edad, por lo que es recomendable continuar tu educación en todas las áreas para seguir siendo atractivo para los empleadores. Las «habilidades blandas» tienen tanta demanda como complemento en el mercado laboral, como las «habilidades duras», y la creación de redes en plataformas en línea también es útil.

Asegurar y revisar el plan de financiamiento

A la edad de 40 a 50 años, la atención se centra en asegurar lo que ya se ha logrado. Además, la responsabilidad hacia los niños y la familia es particularmente alta en esta etapa de la vida. Por lo tanto, los mejores años de ganancias deben dedicarse a una cobertura de seguro adecuada (propiedad, vida, responsabilidad) y seguridad de jubilación. Esto puede afectar a los seguros domésticos, de vida o de responsabilidad civil, así como a los planes de pensiones privados. En la fase de la vida poco antes de la jubilación, es importante someter a prueba el plan financiero que se ha elaborado: ¿Es suficiente el presupuesto previsto en la situación económica posiblemente modificada?

Revisión básica de las finanzas.

Además de las estrategias mencionadas anteriormente, que se adaptan a las fases individuales de la vida, en principio se aplica lo siguiente en vista del aumento de los precios de los gastos de manutención: reducir los gastos y optimizar los ingresos.

Numerosos expertos aconsejan ante todo controlar los gastos regulares y, si es necesario, cancelar los contratos de suscripción superfluos, reducir (o suspender) las tasas de ahorro, controlar las pólizas de seguro y optimizar los contratos. En el caso de los contratos de telefonía móvil/Internet y electricidad, el potencial de ahorro al cambiar de contrato es particularmente grande. También es necesario examinar los gastos únicos o recurrentes.

Por el lado de los ingresos, se debe considerar si un trabajo a tiempo parcial podría amortiguar cualquier trabajo a tiempo parcial inminente o desempleo en una etapa temprana. Además, la solicitud de subvenciones también se puede considerar para los empleados. Porque según varios estudios, por ejemplo, el subsidio de vivienda no lo solicitan todos los que tienen derecho a él.

Independientemente de una recesión inminente, la formación de reservas es fundamental para la independencia económica.

Redacción finanzen.net

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