Cohetes, petardos, bombas de papel y piedras. Los investigadores de los Digos de la policía trabajan para identificar al grupo de encapuchados que ayer por la tarde durante unas horas lanzaron todo contra la policía, tras la marcha No Tav en Val di Susa, organizada en el marco del Festival Alta Felicità. Los manifestantes atacaron las obras de construcción del nuevo autopuerto de Susa, obra conectada a la de Turín-Lyon, en San Didero, provocando una decena de heridos entre los policías.
Continúa el trabajo de identificación mediante la visualización de los videos no sólo de los disturbios, sino también de la marcha, sin descartar la presencia de militantes de centros sociales de otras regiones que llegaron para la marcha, que se habría organizado sin previo aviso. Y ve entre los principales promotores a la Askatasuna de Turín, punto de referencia para otras realidades antagónicas.
Para quienes realizan las investigaciones detrás de los disturbios estaría la dirección del centro social de Turín y habrían sido premeditados. Según una reconstrucción inicial, la procesión se dirigió inmediatamente a la zona boscosa donde el sitio de construcción bordea la autopista A32. Un hecho que para los investigadores implica tanto un conocimiento de los lugares como la premeditación de acciones violentas.
Además, por lo que se sabe, también se utilizaron tirachinas y tubos para atacar a las fuerzas del orden para disparar los cohetes. Algunas de las mismas herramientas que se indican en los papeles que han llevado en los últimos días, entre otras cosas, a la acusación de 28 líderes y activistas del centro social Askatasuna de Turín, de los cuales 16 por asociación delictiva. Herramientas que, según trasciende, los antagonistas habrían estudiado y en algunas ocasiones también utilizado en eventos No Tav en Val di Susa.
Mientras tanto, el centro social, en un vídeo titulado “Asociación para resistir”, publicado en las redes sociales, habla de “el aparato legal y represivo que se mueve para preparar la pista de aterrizaje de la política”, justo cuando el día siguiente está en el calendario en una sesión de la Comisión el análisis de una moción de desalojo.